Película de historias entrecruzadas que van uniéndose a través de cosas insignificantes que una humilde adolescente guarda en una caja de madera como si fueran auténticos tesoros y con los que fantasea
Opera prima de la mexicana Andrea Martínez Crowther, Cosas insignificantes es un relato que va creciendo en interés y en hondura a medida que avanza. Los personajes principales que desfilan por la pantalla (dentro de un reparto coral) coinciden fundamentalmente en una cuestión: son infelices porque no han sabido entregarse a los demás Hablamos de un psicólogo infantil, un pediatra, una adolescente cargada de responsabilidades o una madre acomodada. No importa si, como en el caso de la adolescente, se sacrifica día a día por su familia (en este caso por su abuela y su hermana pequeña) porque lo hace a regañadientes
Cosas insignificantes va uniendo a estos personajes a través de objetos tan sencillos como una nota garabateada, un caballito de papel o una flecha hecha con tarjetas de visita Y es que esta película poética (curiosamente producida por Guillermo del Toro) demuestra que a veces lo pequeño es lo más hermoso y que, normalmente, no sabemos valorar a quién tenemos a nuestro lado
Para: Los que les gusten las historias esperanzadoras