Sr. Director:
Roma asistió durante les últimas tres semanas de octubre a la mayor intensidad de actividad del pontificado de Benedicto XVI.
Roma asistió durante les últimas tres semanas de octubre a la mayor intensidad de actividad del pontificado de Benedicto XVI.
El Papa inauguraba el Año de la Fe, mientras la mayor representación de obispos del mundo reunida nunca en un Sínodo debatía sobre un asunto vital para la Iglesia: la nueva evangelización. Esta nueva evangelización es la respuesta al reto que el Papa ha definido como "desertificación espiritual".
Pero Benedicto XVI advierte de que la solución no llegará por medio de complejos planes pastorales. El asunto es mucho más simple y exigente: fortalecer la propia fe, para dar un testimonio de vida convincente ante el mundo.
De ahí que el Papa proponga las enseñanzas del Concilio Vaticano II como guía para este Año de la Fe. Tampoco el Concilio se planteaba discutir cuestiones doctrinales.
Jesús D Mez Madrid