Comisiones Obreras apunta directamente al corazón de Banesto, y más en concreto al de su presidenta, Ana Patricia Botín. El sindicato, mayoritario en la entidad, recuerda que durante el periodo 1999-2004 el beneficio del grupo se ha incrementado en un 88,5%, que los miembros del Consejo de Administración vieron incrementadas sus retribuciones en un 81%, mientras los trabajadores cobran un 3,5% menos que la media del sector.
Sin embargo, Comisiones Obreras juega contra la sentencia del Tribunal Supremo, para quien el incremento de beneficio, así como la devolución de capital al principal accionista del Banesto, post-intervención pública, es decir, el Santander, no es razón suficiente para que los trabajadores participen del excedente.