Ni España con eñe ni Catalonia sin ella, Chinorusia será nuestro país.
Con los impresionables estrangulamientos y remiendos incomprensibles el bloque social está que se parte y no de risa.
Que media clase media se encuentre de baja moral y al alza por no poder trabajar, no es flor de un día sino cosecha de métodos de siempre que nunca se habían esparcido y que, impensables hace apenas cuatro días, demuestran que el parche de inmediatez y el aleatorio pensamiento repentino, suelen, en la mayoría de los casos, ser contraproducentes.
Medidas ni a medias ni las medias para las mujeres. Una decisión de gobierno debe ser tomada con más que decisión, con consecuencia de causa y con soluciones a posteriori. Una de esas posibles decisiones que el gobierno impopular está fraguando entre bastidores y que podría salir a escena en breve, es la de poner precio tasado a los permisos de residencia para emigrantes. Por la friolera cifra para el pobre, y de fácil desembolso para el dinero caliente, de ciento sesenta mil euros, les daremos junto a su llave del piso su divisado peso en nuestro país, ¡pero qué desgraciados somos!, ¿qué nos falta para hacerlo peor?, ¿qué haremos sin identidad y con mordiscos en terreno mordido?, ¿desaparecer del mapa quizás?…
La inmigración desplumada aún se espolvorea y desde apenas días regresa con la cabeza entre el ala a su redil dejando espacio a esta burbuja superpoblada de los últimos años y ahora los "españodirigentes" los reclama ofertando su regreso y estancia. Rusos y chinos aplauden acabando en frotamiento sus manos por tan caprichosa decisión. La ensaladilla rusa que tapea por la costa pasará a ser un primer plato y los ojos rasgados será el gen del futuro español.
El juego de mafia hará aparecer lo que ya somos, un barullo desordenado de comodines sin valor ni coraje. Chinorusia está al acecho y España a punto de estallar porque el majo de la chistera, no la saca y se lo toma todo a chiste. Es el España style…¡hop, hop, hop, hop, hop!...es el Chinorusia style.
Oscar Molero Espinosa