La colonia venezolana que vive en España es mucho más anti que pro chavista. Con la excepción de Canarias, porque en las Islas hay una relación secular con Venezuela. Sin embargo, de forma espontánea, al semidictador venezolano le salió una clá con pancarta incluida, seguramente improvisada, que convirtió el acto de visita a las víctimas del 11-M en una algarada por Chávez y su revolución bolivariana. Más de uno sospechaba que la espontánea manifestación de apoyo al presidente bolivariano estuvo organizada desde la Embajada de Venezuela en Madrid, con el apoyo entusiasta, eso sí, del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. No en vano, las primeras palabras del caudillo fueron para felicitar a Zapatero.

El que no está nada contento es el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que sabe muy bien que Venezuela es uno de los países que más ha peleado por mantener alto el precio del petróleo, verdadero hacha de la economía española.