El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, comparecía en la mañana de este lunes en los Desayunos de TVE. Obviamente era preguntado por la huelga general. ¿Su respuesta? Por una parte, el recorte justificaría por sí sólo una huelga general. Considera que los recortes son injustos e ineficaces porque retrasan la recuperación y la creación de empleo. Además, sale al paso de las críticas que censuran a los sindicatos por no salir a la calle cuando se produjeron los despidos en el ámbito privado. Sí que salimos, pero la diferencia sustancial es que en aquellos casos se pactaron despidos o rebajas de sueldos pactados a cambio de un compromiso industrial; aquí había un acuerdo y el acuerdo se vulnera.
Por otra, personalmente creo que una huelga general es lo último que necesita nuestro país. Da la sensación de que está emparedado entre las subvenciones del Gobierno y las reclamaciones de sus bases. La conclusión es que parece que estamos encaminados hacia ella. Y es que la advertencia está encima de la mesa: si hay una reforma laboral impuesta por el Gobierno, habrá huelga. Hoy estamos más cerca de una huelga general que hace una semana o que hace quince días.
En primer lugar porque Toxo prevé una regulación laboral impuesta por los mercados. Y en segundo lugar, porque el secretario general de CCOO reconoce que el zapaterazo es sólo el principio. No va a satisfacer a los mercados porque va a afectar negativamente al empleo y a la situación económica; el diferencial con el bono alemán sigue en los 137 puntos básicos, sólo 30 puntos por debajo de cuando se anunció el recorte; hasta que no se vean decisiones serias en la UE, los mercados seguirán atacando a la parte más débil que somos nosotros.
¿Ha tenido secuestrado al Gobierno? Nunca he tenido la sensación de tener secuestrado al Gobierno; se ha secuestrado a sí mismo. Primero negando la crisis y luego haciendo paquetitos de corto plazo como el plan E o la protección social pensando que era una crisis pasajera. Fue un error de bulto no haber sido capaz de prever la magnitud de la crisis.
Andrés Velázquez
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