Recarte, que quería ser ministro, ha utilizado el caso Martinsa para postularse en la entidad. Mientras, Blesa, guarda silencio y busca apoyos: sumiso, ha obedecido al Banco de España con los resultados del primer semestre. Aguirre ya ha renunciado a sustituir al actual presidente hasta la próxima primavera, cuando deberá renovar estatutariamente en el cargo. Para entonces, la situación política puede haber cambiado y puede haber más candidatos
Alberto Recarte es el socio del locutor de Federico Jiménez Losantos, el hombre que manda en Libertad Digital y que negocia hasta el contrato de Jiménez enAhora, Recarte ha apostado fuerte por sustituir a Miguel Blesa en la Presidencia, sabedor de que Esperanza Aguirre no soporta al máximo responsable de Caja Madrid. Eso sí, quiere que el relevo se haga por cauces ordinarios, cuando toca, en mayor de 2009. En primer lugar para no abrir una crisis donde, sin duda, Blesa encontraría el apoyo de Ruiz Gallardón y de Mariano Rajoy, que, con tal de fastidiar a la presidenta madrileña son capaces de muchas cosas. Por eso, Aguirre ha ordenado a su segundo, el vicepresidente Ignacio González, que hable lo menos posible de Blesa y Caja Madrid. Además, el momento político puede cambiar, y recordemos que Aguirre ha utilizado Caja Madrid como eje de su campaña política contra Rajoy. En su momento, ofreció el cargo a Rodrigo Rato, luego a Manuel Pizarro.
Pues bien, en pleno Comité Ejecutivo de Caja Madrid, se trató en su momento la vuelta de Carlos Vela desde Martinsa. Es verdad que el directivo no empleó el mejor momento para regresar a la caja, pero lo cierto es que Recarte adujo que el nombramiento no debía producirse porque "mediáticamente" no sería aceptable. Y, en efecto, filtró a El Mundo los pormenores y comenzó la caída del directivo. Como toda buena campaña, insistimos, tenía su buena parte de razón: en efecto, la huída de Vela sí colaboró en el estacazo de Martinsa Fadesa, pero es que, además, el propio Fernando Martín intervino para que El Mundo lanzara la historia a los cuatro vientos y con todo tipo detalles.
Al final, el objetivo de la campaña de Ramírez-Jiménez, socios en compañía que aspira a poseer su propia cadena de radio, entre otras las que les concedan los gobiernos populares valenciano y madrileño, quieren colocar a su amigo Recarte como presidente de Caja Madrid.
Mientras, Blesa calla y busca apoyos. No sólo el que ya tiene de Comisiones Obreras, sino también el del PSOE, por ejemplo, no ha dudado en presentar una cuenta de resultados "fea" en el primer trimestre, porque así se lo aconsejó el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. No están los tiempos que corren para sacar pecho, y Caja Madrid quiere retener a su lado al señor gobernador, así que apenas destacó la ausencia de beneficios no recurrentes y presentó un margen financiero un 3% inferior al del mismo semestre del pasado año, cuando el mismo margen sin los extraordinarios provocados por la venta de Endesa y la capitalización de Realia, habría crecido un 13%.
Cuando llega el momento de la revelación no sobra ningún aliado, y Blesa quiere seguir en Caja Madrid hasta 2015. El único problema es que la presidenta de la entidad tutelante no quiere.
En cualquier caso, no lo duden: El Mundo y la COPE ya se aprestan para la lucha: quieren controlar Caja Madrid, con Alberto Recarte al frente.