El Gobierno ZP cede la empresa de red más rentable de Europa a una compañía necesitada de la caja de Iberia para hacer frente a sus compromisos (entre otros de pensiones). Para disimular la absorción se crea una compañía holding y se mantienen las dos marcas, con lo que no habrá ahorro de costes y la complementariedad que se consiga será la actual, el código compartido
Cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, obligó a Caja Madrid a comprar los paquetes de Logista –a punto de caer en manos de Imperial Tobacco- y del BBVA -al que sólo el importan las plusvalías- en Iberia, Caja Madrid hizo de la necesidad, virtud. Su presidente, Miguel Blesa, no dejaba de repetir que se trataba de salvaguardar la gran obra pública aeroportuaria (la Terminal 4 del Aeropuerto da Barajas) y los puestos de trabajo que implica.
También se trataba de darle un pequeño bofetón a BA, que se había aliado con los especuladores de TPG, empeñados en comprar Iberia con el dinero de caja de Iberia.
Pero ahora Miguel Blesa está dispuesto a cualquier cosa para abofetear a Esperanza Aguirre, de su mismo partido, pero que le quiere echar de la caja, Así que, ni corto ni perezoso, ha entrado a Iberia en manos de BA.
Esto es, ha entregado, con la convivencia del Gobierno ZP, la compañía de red solvente y rentable de toda Europa a una BA con muchos problemas -por ejemplo, de renovación de flota y de sus graves problemas con sus pilotos, en especial con sus fondos de pensiones, todo un pozo sin fondo-.
Para disimular la absorción -BA es tres veces Iberia- se mantienen las dos marcas y se crea una sociedad holding con participación de ambas. En otras palabras, se pierden las sinergias de reducción de costes y no se ganan otras sinergias de ingresos que las actuales, las del código compartido, por las que Iberia desvía clientes suyos hacia BA con destino a USA y Asia, mientras BA hace lo propio con sus clientes que viajan a Iberoamérica, donde Iberia es la reina.
Parece el sino decadente del Zapaterismo: ceder empresas rentables pero medianas, empresas menos eficientes pero más grandes.
