En Bruselas, la capital de la Unión Europea, se han quedado de piedra. En Europa la mayoría estaba convencida del triunfo de John Kerry y ahora, en vísperas de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Bruselas, se encuentran con que deberán mantener la relación con George Bush. En cualquier caso, hasta que el resultado no sea seguro, el silencio sigue siendo la tónica dominante. Ahora, Schröder y Chirac saben que Bush permanecerá en el cargo más que ellos mismos. Un horizonte que obligará a modificar la política franco-alemana frente a Estados Unidos.