En la noche del domingo, madrugada en España, el fiscal general del Estado boliviano anuló la orden de busca y captura dictada contra Julio Gavito, máximo responsable de Andina y principal responsable de la petrolera Repsol YPF en Bolivia, al que se acusaba de contrabando de productos petrolíferos. Con ello vuelven las aguas a su cauce tras un incidente mitad diplomático, mitad económico entre España y Bolivia y entre Repsol YPF y el Gobierno de Evo Morales, incidente que hizo intervenir al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

El fiscal boliviano acusaba a Gavito de nada menos que el contrabando de 230.000 barriles de petróleo durante los años 2004 y 2005, por un valor de 9,2 millones de euros, así como de la supuesta falsificación de documentos aduaneros. Lo más sorprendente es que Evo Morales manifestó a Francisco Montalbán, embajador de España en La Paz, que no sabía nada sobre la orden de su fiscal y que su interés era mantener las mejores relaciones posibles con España y con Repsol YPF.

La buena noticia llega tras conocerse unas durísimas declaraciones de Andrés Soliz Rada, el ministro de hidrocarburos del gobierno de Bolivia. En una entrevista publicada por El Mundo, Soliz recuerda a Repsol y a Standard Oil, la mítica empresa de Rockefeller, ya fue expulsada del país en 1937 y la Gulf Oil Company en 1969. Amenaza Soliz: La próxima es aún una incógnita. Y por si no había quedado claro, especifica: La revisión a la baja de las reservas de Repsol es mucho más que una victoria personal. Es una victoria de Bolivia y de los países que se enfrentan a la sumisión y a la dependencia.

¿A quién debemos hacer caso? ¿a Morales o a su ministro del petróleo?