Encerrona alemana al Rey de España en Berlín, a cuenta de Endesa. El ex canciller Schröder abronca a Zapatero delante del secretario de Estado, Alberto Navarro, en un acto presidido por SM Juan Carlos I. A pesar de que son de mi partido Schröder dijo preferir a Aznar sobre Zapatero. No contento con ello, el ex canciller defendió la política energética de Putin, sin disculparse, pues trabaja para Gazprom. En la misma línea, y en su salutación al Rey de España, el presidente alemán Horst Köhler se permitió recordarle que la Unión Europea es un mercado único. Lo más increíble: entre plato y plato, Rodríguez Inciarte y Bernotat pactan que el Santander, financiador de Acciona, sea el depositario de la operación. Todo ello en el marco del Foro Hispano Alemán, cuya reunión en Berlín pagó Rafael del Pino
La presente edición del Foro Hispano Alemán, celebrado en Berlín lunes 5 y martes 6- pasará a la historia del ridículo nacional. El asunto se convirtió en una encerrona alemana a la Delegación española, presidida por SM el Rey y por el secretario de Estado para la Unión Europea, Alberto Navarro.
De entrada, apareció en tromba el ex canciller Gerhard Schröder y comenzó el espectáculo. Su discurso tuvo dos partes: una crítica despiadada al Gobierno Zapatero por su actitud ante la OPA de E.ON, donde el calificativo más suave fue el de obstruccionista y un canto al gas ruso y a la política energética que necesita Europa que, casualmente viene de Moscú. Es decir, justo cuando el presidente Vladimir Putin chantajea a Occidente como principal productor de gas del mundo, justo cuando el suministro de gas ruso a la Unión Europea (suministro que convierte Alemania en el distribuidor monopolístico de gas ruso, tras el acuerdo Putin-Merkel), y justo cuando Putin quiere crear con Irán, Nigeria y Argelia una OPEP del Gas para chantajear a Occidente, Schröder canta las excelencias de la política energética del semi-dictador Putin y crítica con aspereza la de España. A lo mejor tiene algo que ver con el hecho de que Schröder trabaja para Gazprom, el gigante ruso que produce el 20% del gas mundial.
No sólo eso, varias veces, a lo largo de su alocución, aludiría a mis colegas españoles, a pesar de que son de mi mismo partido, etc impedir la fusión de empresa no favorece la elaboración de una estrategia común. Y la guinda la puso en los corrillos que se hicieron después de su intervención, donde Schröder incluso llegó a comparar a Zapatero con Aznar, afirmando que Aznar era un tipo peligroso, pero te podías fiar de su palabra, cosa que no puede esperarse de Zapatero.
A todo esto, el secretario de Estado para la Unión Europea, Alberto Navarro, no dijo esta boca es mía. Es más, su discurso consistió en un ditirambo a Alemania por lo mucho que había ayudado a España a través de los fondos comunes europeos.
Durante su intervención, Schröder no dejó de lanzar miradas de complicidad a Bernotat, quien había viajado directamente a Berlín desde Madrid. Lo de Bernotat fue mucho mejor. Lo cierto es que Schröder y el presidente de E.ON trabajan, como buenos alemanes, al unísono y de consuno. Durante su intervención, el ex canciller socialdemócrata no dejaba de lanzar sonrisas y miradas de complicidad al presidente de E.ON a pesar de que éste no le contrató como asesor en la operación Endesa. Pero el patriotismo o nacionalismo económico sí funciona en Alemania.
En cualquier caso, lo mejor de Bernotat consistió en sus charlas privadas y en el almuerzo. En esas charlas privadas, le dijo a un empresario español que en Madrid, donde había vendido a presentar su OPA de 38,75 euros por acción, se había entrevistado con la presidenta madrileña Esperanza Aguirre. Según Bernotat, Aguirre le había dicho que no pensaba paralizar su OPA ni presionar a Caja Madrid para que no acudiera a la misma, y que no tenía nada contra la oferta de E.ON y que también le habría dicho que por razones políticas y electorales debería protestar en público, decir que estaba en contra, pero que la sangre no llegaría al río.
Y ya puestos, el máximo responsable de E.ON, también ante un grupo de empresarios españoles, se ensañó con el ex ministro de Industria José Montilla, y alabó a su sustituto, Joan Clos. Calificó a Montilla de aparatik intervencionista. En el colmo del descaro, Bernotat hizo un aparte con periodistas alemanes para amenazar a los Entrecanales: su estrategia consiste en modificar a la baja los dividendos anunciados por el equipo de Manuel Pizarro. Con eso mata dos pájaros de un tir les quita a los Entrecanales la ganas de quedarse en Endesa para incordiar y, de paso, lanza un aviso para navegantes: el que no me venda no va a cobrar el dividendo esperado.
Y la cosa no acabó ahí. Llegó el almuerzo y el presidente de la Edición del Foro, Juan Carlos I, llegó la almuerzo. Le recibía el presidente alemán Horst Köhler, quien, en actitud poco protocolaria, explicó a su invitado, y de paso a todos los presentes, que las reglas de la Unión Europea eran las reglas del liberalismo. Le respondió Juan Carlos I con otro coro de alabanzas a Alemania, uno de los mayores inversores en nuestro país y uno de nuestros mejores socios comerciales.
Pero todavía quedaba lo mejor. Entre el Banco Santander y los alemanes de E.ON saltaron las chispas el día en que Emilio Botín decidió financiar a los Entrecanales su comprar de un 21,3% del capital de Acciona. E.ON amenazó con llevar al Santander a los tribunales y, casualmente, la prensa alemana, luego secundado por el Financial Times, comenzó a criticar al banco de Botín por su elevado riesgo con constructores. Pues bien, ahora que Bernotat se siente ganador, las lanzas se han vuelto salvas. En la misma mesa coincidían el director general del Santander, Juan Rodríguez Inciarte, y el propio Bernotat. Y allí mismo, como buenos amigos, decidieron que el Santander sería el banco depositario de la magna operación de OPA sobre Endesa. Botín no tiene amigos, pero tiene negocios, y seguramente el señor Bernotat le cae hoy mucho mejor que ayer, y los Entrecanales un poco peor.
Como broche final, recordemos que esta encerrona alemana ha sido patrocinada y financiada por la Fundación Rafael del Pino. Como dijo Fraga, esto de pagar para que te insulten no es muy inteligente.