Sr. Director:
Tiene razónpor desgracia para la sociedad que cada vez se va apartando más de las enseñanzas de la Iglesia. En unas declaraciones sobre la crisis, el célebre economista Leopoldo Abadía ha afirmado: Es la persona lo que falla. Por eso es más difícil la solución de la crisis: hablamos de la conducta humana. Hay que evitar el todo vale y reeducar en valores.
El todo vale, en economía, en el sexo y en tantos otros aspectos de la conducta humana, es consecuencia del relativismo ético que fomenta nuestro Gobierno. Y es que como decía Dostoiesvki: Si Dios no existe todo está permitido. La negación de Dios comporta, además, su sustitución por la idolatría del dinero, del sexo y del poder.
El sacrificio se ve como algo estéril y sin sentido; y sin sacrificio no hay esfuerzo que permita evitar el fracaso escolar, ni se pueden superar las crisis matrimoniales, ni acabar con tantas otras lacras de la sociedad actual.
Tiene razón el ministro de Sanidad; la sociedad funcionaría mejor si hiciéramos más caso de los obispos que de los políticos.
Ismael Olmos Cabrera
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