En la primera entrevista concedida desde que fue elegido Papa, Benedicto XVI ha definido Europa como : es un continente viejo necesitado de un impulso nuevo. Y añadió: "no hay que mirar sólo lo que hay de enfermo y cansado en la historia europea", pese a que el continente esté "en una fase de auto-conmiseración y auto-condena".
A la hora de conseguir ese rejuvenecimiento de Europa se podrían dar sesudas soluciones. El Papa ha apuntado una que es un reto para los jóvenes, pues de ellos ha de venir la revitalización: que los jóvenes, les ha pedido desde los micrófonos que se esfuercen por descubrir lo esencial de la vida y que eso "no puede ser todo lo que tenemos y podemos comprar", ha apostillado dirigiéndose a una juventud tantas veces materialista, como un modo de conjugar los grandes ideales con la realidad más material y concreta.
Todo un reto que cada uno ha de descubrir, lo esencial de la vida y que después ha de tener la valentía de poner todos los medios para conseguirlo. Seguro que esta es la solución, pero cabe preguntarse ¿Cómo sabemos que es lo esencial de la vida? No está en acumular bienes ni en conseguir placeres. Sin duda, está en buscar la voluntad de Dios en cada momento.
Enric Barrull Casals
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