Sr. Director :
Sobre su artículo publicado en "Hispanidad" sobre las apariciones marianas en El Escorial (Madrid) me parece oportuno aportar los comentarios del cardenal Joseph Ratzinguer (hoy papa Benedicto XVI) en el libro "Informe sobre la fe" (1985) en el capítulo "Fátima y aledaños".
Nos dice el futuro Papa: «En este terreno, más que en ningún otro, la paciencia es un elemento fundamental de la política de nuestra Congregación (para la doctrina de la fe). Ninguna aparición es indispensable para la fe; la Revelación ha llegado a su plenitud con Jesucristo; El mismo es la Revelación. Pero no podemos ciertamente impedir que Dios hable a nuestro tiempo a través de personas sencillas y valiéndose de signos extraordinarios que denuncian la insuficiencia de las culturas que nos dominan, contaminadas de racionalismo y de positivismo. Las apariciones que la Iglesia ha aprobado oficialmente -Lourdes, ante todo, y posteriormente Fátima-ocupan un lugar preciso en el desarrollo de la vida de la Iglesia en el último siglo. Muestran, entre otras cosas, que la Revelación -aun siendo única, plena y, por consiguiente, insuperable- no es algo muerto; es viva y vital."
Preguntado por Victorio Messori, coautor del libro: "Además del elemento tradicional de la paciencia y de la prudencia, pregunto, ¿en qué criterios se apoya la Congregación para emitir un juicio ante la multiplicación de estos hechos?
Joseph Ratzinger contesta: "Uno de nuestros criterios —dice— es distinguir entre la verdadera o presunta sobrenaturalidad de las apariciones y sus frutos espirituales.
Las peregrinaciones de la antigua cristiandad se dirigían hacia lugares que dejarían perplejo a nuestro espíritu crítico de hombres modernos en cuanto a verdad científica de la tradición que a ellos se vincula. Esto no quiere decir que aquellas peregrinaciones no fueran fructíferas, beneficiosas e importantes para la vida del pueblo cristiano. El problema no estriba tanto en la hipercrítica moderna (que acaba, por uno u otro camino, en una nueva forma de credulidad), sino en la valoración de la vitalidad de la ortodoxia de la vida religiosa que se desarrolla en estos lugares".
Javier García Campá
brisolary@hotmail.com