Lo primero, el malestar de las víctimas. Los etarras arrepentidos puede que hayan pedido perdón, pero no a ellos. Segundo: aunque hubieran pedido perdón, corresponde a las víctimas aceptarlo o no. No ha habido caso. Tercero: aunque las víctimas perdonen, la justicia debe operar y la condena se debe cumplir. Es la mejor manera de reparar. Es lo que debería desear un arrepentido. Pero es que además, Rubalcaba mintió al afirmar que en Nanclares de Oca no hay presos de ETA porque supuestamente todos se habían arrepentido. Europa Press revela que al menos tres presos siguen siendo considerados miembros de ETA por la propia banda. ¿Está desesperado Zapatero-Rubalcaba buscando lo que Mayor Oreja califica de segunda parte del proceso de negociación?
Basagoiti comparecía este jueves ante los medios de comunicación para manifestar su malestar y su rechazo a los beneficios penitenciarios otorgados a presos de ETA. Es una vergüenza. No es exactamente lo mismo que la bendición otorgada por el PP nacional.