El País Vasco fue el primero en anunciar su intención de cobrar un canon de 6 euros a las viviendas desocupadas. Se considerarían desocupadas aquellas que no tuvieran consumo de gas y electricidad, un criterio que ya utilizan para promover una bolsa de viviendas en alquiler con seguro de renta y de vivienda. Pues bien, en Cataluña ha gustado mucho la idea y están dispuestos a desarrollarla en la Ley del Derecho a la Vivienda, pero en lugar de seis euros diarios, nueve. Es decir, 270 euritos al mes. Un buen incentivo para sacar la vivienda al mercado.
La secretaria de Vivienda de la Generalitat, Carme Trilla, sólo tiene dudas logísticas: ¿cómo determinar cuáles son las viviendas desocupadas? Pero la propuesta genera otros problemas: ¿qué pasa con las segundas residencias? ¿Y qué pasa con la vivienda adquirida para que el hijo pueda formar un hogar dentro de unos años? Y sobre todo : ¿por qué los responsables de vivienda no se plantean las razones por las que un propietario opta por renunciar a una renta? A lo mejor es que la ley de alquileres es excesivamente garantista con el inquilino, dejando desprotegido al propietario si se produce una mora o se maltrata el inmueble. ¿No sería mejor garantizar los derechos de un propietario al que como a todos- no le amarga el dulce?