Fundación Vida Informa que el Congreso de Nicaragua ha aprobado su nuevo Código Penal después de un año de debate. Los legisladores decidieron mantener por gran mayoría la penalización del aborto ‘terapéutico' en la redacción final, rechazando así la propuesta de la facción minoritaria del Movimiento de Renovación Sandinista (MRS).
La iniciativa fue rechazada en el Congreso por una abrumadora mayoría de 91 diputados que incluían los votos del Frente Sandinista (FSLN), el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y"La Fundación Vida desea felicitar a la sociedad nicaragüense por la decisión adoptada en defensa de la vida, y ello pese a las fuertes presiones de diversas instituciones para que se aceptara algún tipo de aborto, como hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También el poderoso Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer
(CEDAW) ha intentado introducir el aborto", ha señalado el Subdirector de la Oficina Internacional de los Derechos Humanos de la Fundación Vida, Guillermo de Navascués.
"El colmo de la presión ejercida sobre Nicaragua fue el informe de la organización contraria a la vida y que se dice defensora de los derechos humanos, Human Rights Watch (HRW), según el cual en el último año habrían muerto 80 mujeres nicaragüenses como consecuencia de la penalización del mal llamado ‘aborto terapéutico'. Pero la ministra de Salud, Maritza Cuan, se apresuró a desmentir ese informe, que suponía una tergiversación de la realidad", recuerda el directivo de esta Fundación.
Por embarazo terapéutico se entiende el que se produce al reducir el número de fetos en embarazos múltiples hasta que el riesgo sea aceptable. También es evitar el nacimiento de un niño con una enfermedad congénita o genética grave. "En esos casos no se puede matar nunca al que aún no ha nacido", añade.
"Un caso distinto es cuando no existe la posibilidad de salvar a la mujer y al niño. Pero ese es el caso llamado del ‘aborto indirecto'. En realidad el llamado ‘aborto terapéutico' no es más que un término de marketing para introducir la reglamentación del aborto. Pero en realidad, el aborto nunca cura nada", termina diciendo Guillermo de Navascués, de la Fundación Vida.
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