Sr. Director:
¡Qué alegría, vivir en un país democrático donde la figura del ministro de Justicia vela por los derechos de los ciudadanos! Pero, ¡oh, sorpresa!, el señor ministro López-Aguilar amenaza ahora con el aborto libre y subvencionado, y con negar a los médicos su derecho a la objeción de conciencia.
Teniendo en cuenta que la biología demuestra la existencia de una nueva persona humana desde el momento de la concepción, a la que la ley reconoce sujeto de derechos (por ejemplo de herencia), mi corta inteligencia no acaba de comprender por qué es una aberración infrahumana y un delito mayor asesinar a un recién nacido, y no lo es que el médico desmiembre a la criatura con una especie de batidora dentro del vientre materno.
¿Es justo que las leyes desamparen al ciudadano hijo frente a la madre asesina? ¿Es justo que nos obliguen a colaborar económicamente con estos infanticidos? Mis muy limitadas entendederas me dicen que una democracia debe posibilitar la libertad de conciencia, y que la misión de los médicos es procurar la salud de los enfermos ¿Es justo que obliguen dictatorialmente a todo doctor a convertirse en descuartizador "Mr. Hide" de sus más tiernos pacientes? ¡Qué terror, vivir en un país pseudo-democrático donde el ministro de "Injusticia" trabaja por conculcar la libertad de conciencia y, peor aún, el derecho fundamental a la vida de los niños no nacidos!
Arturo Saiz
asaizst@hotmail.com