La comparecencia de José María Amusátegui y Emilio Botín ante la jueza de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, se paralizó porque la jueza, una vez más, se ha cabreado. Pero ahora no han sido los abogados y asesores de Botín, sino Ramón Hermosilla (más que duro, seis pesetas de la abogacía española) quien ha irritado a la jueza. Esta solicitó el acta del Consejo de Administración donde se trató la salida de Amusátegui (en el banco aseguran que no se trató en ningún consejo) así como el contrato de Amusátegui según el cual cobró 44 millones de euros por marcharse (el ex presidente siempre ha asegurado que ese contrato ya estaba pactado en el momento de la fusión entre Santander y BCH, por lo que no recibió ningún "extra").

Hasta ahora, Matías Cortés se llevaba el galardón a la hora de enfadar a una jueza que lleva también el caso, mucho más relevante, de las cesiones de crédito. Pero ahora Hermosilla le está aventajando.