Dentro de la ola liberticida que amenaza a Occidente, los ataques a la objeción de conciencia, es decir, a la libertad de conciencia, constituyen una punta de lanza del Nuevo Orden Mundial (NOM). Si no, pregúntenle a Obama, que por esas veredas anda.

Pero no hay que irse tan lejos. Nos quedamos en España, con el ministro de Justicia de Zapatero, Francisco Caamaño, Paquiño para los amigos, suponiendo que le quede alguno.

El señor ministro amenaza a los médicos: no pueden apelar objeción de conciencia contra el aborto porque sería desobediencia civil. Pero es que  si no hay objeción de conciencia no hay libertad de conciencia, es decir, no hay ni derechos ni libertades. Otra vez: que la objeción de conciencia no es un derecho, son todos lo derechos en su punto de prueba. Si obligas a un médico a abortar y él piensa -más bien ve- que matar es un asesinato le estás obligando a asesinar.

Ya he dicho en otras ocasiones que no comprendía la actual ley del aborto de la inefable Bibiana Aído: En puridad esta ley recortó el aborto de hecho libre y en cualquier momento, en cualquiera, de la gestación, que propicia la del 85. A ver si va a resultar que la supresión de la objeción de conciencia era el ataque principal  y lo del neo-aborto el secundario.

¿Qué es desobediencia civil? Pero hombre, si ese fue precisamente el argumento de las leyes eugenésicas nazis: todo aquel que se opusiera a ellas, es decir, que se opusiera a matar, encarcelar o coadyuvar con las dos funciones anteriores, podía se condenado por desobediencia civil.

No sé si Adolf Caamaño pensará antes de hablar o si realiza el proceso inverso. Yo creo que sí, que lo piensa, y que sabe perfectamente la brutalidad que está diciendo. Porque obligando a la gente a actuar contra su conciencia, a desmoralizarse, el ciudadano se vuelve tan maleable como una plastilina. ¿O es que se trata de eso?

Si tras las leyes de Investigación Biomédica y de Reforma de la fecundación Asistida ahora se suprime la objeción de conciencia para médicos, estaremos muy cerca de la tiranía nazi. O comunista. Si les gusta más.   

Eulogio López

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