Durante la Junta de Accionistas de Abertis, celebrada este martes en Barcelona, uno de los accionistas de la compañía preguntó sobre la remuneración de los miembros del Consejo. En su opinión, atendiendo a la normativa, debería precisarse la remuneración de los consejeros. Añadía este buen señor que los accionistas deberían tener un mejor conocimiento de los salarios que perciben los gestores de la empresa. La congelación de sueldos propuesta a la Junta, y que finalmente fue aprobada, parecía saberle a poco.
Miquel Roca tomó entonces la palabra en calidad de secretario para aclarar que en la memoria de Abertis se recogen las remuneraciones de los consejeros de acuerdo con la legalidad vigente.
Y así es, la CNMV no pide a las empresas más detalle que los sueldos de consejeros ejecutivos por un lado y de los no ejecutivos por otro. Exige que se de cuenta de las dietas, primas de seguros de vida, fondos de pensiones en bloque. En definitiva, es imposible saber lo que cobra cada uno de los miembros del Consejo. Mucho menos de la alta dirección, el cuerpo de directores generales dedicado en exclusiva a la compañía y cuyos salarios suman más que los de los consejeros.
Para tranquilidad de los accionistas, Isidro Fainé, presidente de Abertis, aclaró que la media de los salarios de los consejeros de la compañía equivalía al 50% de la media de los consejeros de las compañías del Ibex. La frase, que no está sacada de una película de Groucho Marx, queda bien, pero sería mucho más fácil decir lo que cobra cada uno y dejar que los accionistas saquen sus propias conclusiones. Así lo hacen ya algunas compañías, como Santander o BBVA.
