La jornada de reflexión se ha convertido en el día del SMS. El Partido Socialista ha impulsado una cadena de mensajes cortos y correos electrónicos instando a las ciudadanos a acudir a las sedes del PP para pedir "información veraz". La cadena funcionó. El mismo 12 ya había cerca de 300 personas frente a la sede del PP en Barcelona. Al día siguiente, el modelo se "exportó" al resto de España. Pero fue tras la comparecencia del ministro Acebes a las 8 de la tarde en la que informó sobre la detención de tres marroquíes y dos hindúes, cuando las masas se echaron a las calles frente a la sedes del PP. Una reacción lógica, tras las informaciones ofrecidas desde Interior.
El candidato Rajoy pide a los organizadores que disuelvan una convocatoria ilegal y no autorizada. Un discurso muy jurídico, pero muy poco prudente porque, como coreaban los manifestantes, "la voz del pueblo, no es ilegal". Entre el público se palpaba indignación. "Aznar culpable", "Al Qaeda mata, Aznar miente", "PP ilegalización", "estas son las armas de destrucción masiva", "esto nos pasa por un Gobierno facha", "menos fútbol y más información", fueron algunos de los lemas coreados.
En Madrid no hubo altercado alguno. Los congregantes aplaudieron al Samur y mantuvieron el orden dentro del ambiente enfurecido. La abundante policía antidisturbios no tuvo que intervenir y los manifestantes decidieron continuar su cacerolada en la Puerta del Sol, donde se habían "autoconvocado" para las 12 de la noche. Bajaron por Génova y cortaron la Castellana, sin que la policía municipal hiciera amago de tratar de controlar a los manifestantes.
El PP critica al PSOE como culpable de una movilización ciudadana ilegal en jornada de reflexión. Pero, desde entornos populares, también se produjo una cadena de SMS y correos electrónicos que decían: "No te dejes manipular. Vota PP". El móvil ha transformado nuestra forma de vida y también de hacer política y propaganda. Y nadie se ha sustraído al uso del móvil para movilizar a los suyos.