En colaboración con MasterCard, hace más sencillo el pago y piensa en todo: la pulsera se puede sumergir en el agua.
La tecnología no para de avanzar y la banca ha sabido sacarle partido. Si todo sigue así llegará un momento en que pagaremos hasta con saliva. Y es que la tecnología sirve… también para pagar. Así lo ha sabido ver el Santander, que lanza una pulsera para pagos sin contacto.
En colaboración con MasterCard, el banco que preside Ana Botín ha querido hacer más sencillo el pago, pues basta con acercar la pulsera al terminal de pago. Así, cree que los usuarios disfrutarán de un mayor control del gasto, agilidad y seguridad en el pago de sus compras. Además, parece que ha pensado en todo: se puede sumergir en el agua y está disponible hasta en tres colores (rojo, negro y gris).
Santander está comprometido en llevar la innovación al día a día de sus clientes y con la pulsera prepago hace que "pagar resulte tan sencillo como hacer un giro de muñeca", afirma Carlos Palacios, director de Desarrollo de Producto de Santander España. "Nos permite avanzar en nuestro objetivo de permitir pagos seguros utilizando prácticamente cualquier dispositivo, accesorio o wearable, para ofrecer a los consumidores la mejor experiencia de pago", añade Ovidio Egido, director general de MasterCard España. En definitiva, al final sólo se trata de pagar, da igual cómo.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com
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