El sexo cerrado a la procreación no sólo no es amor es que, además, no es placentero
Jesús (13-II-2010): Si la persona vive su propia sexualidad como algo que tiene el fin en sí mismo de proporcionar placer, y nunca don, esa persona no ama. Ni logrará nunca amar hasta que no deje de ser egoísta. Un amor infecundo nunca es un amor donativo. Un amor cerrado a la vida nunca será verdaderamente placentero y real. Poner las relaciones sexuales en el lugar que no le corresponde dentro del matrimonio. La plenitud del hombre nunca se puede alcanzar en la sexualidad. Este error es muy común en personas vírgenes.Las dieciséis mártires carmelitas de Compiègne, guillotinadas en la Revolución Francesa
15/12/24 07:00