- Las Fuerzas Armadas también aseguran que el líder de 93 años Mugabe y su familia están "sanos y salvos".
- Y que la "normalidad" regresará en cuanto las Fuerzas Armadas hayan completado su "misión".
- Pero la oposición acusa al ejército de 'golpe de Estado'.
El
Ejército de Zimbabue dijo el miércoles que tomó el poder del país en un ataque dirigido contra los
"criminales" que rodean al presidente Robert Mugabe y que estaban causando sufrimiento social y económico, pero garantizó que el líder de 93 años y su familia están "sanos y salvos", informa
Reuters.
El Ejército detuvo el miércoles al ministro de Finanzas,
Ignatius Chombo, dijo una fuente del Gobierno. Chombo era un miembro destacado de la llamada facción "G40" del gobernante partido Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF, por su sigla en inglés) liderada por la esposa de Mugabe, Grace, quien buscaba suceder al presidente.
Soldados se desplegaron en Harare, la capital de Zimbabue, y tomaron el control de la televisora estatal después de que el ZANU-PF acusó de traición al jefe del Ejército, lo que dio lugar a especulaciones sobre un golpe de Estado.
Dos horas después, los soldados capturaron la sede central del canal estatal ZBC de Zimbabue, el principal medio de comunicación oficialista, y ordenó al personal que abandonara las instalaciones.
Sin embargo, el secretario general del principal partido de la oposición en Zimbabwe, el Movimiento para el Cambio Democrático (MDC-T),
Douglas Mwonzora, aseguró este miércoles ante la tensión que vive el país que están "seguros de que el Ejército está en el proceso de tomar el mando", según
Infobae.
En una entrevista telefónica desde Zimbabwe con el canal sudafricano ANN7, Mwonzora reiteró: "Esta es la definición estándar de un golpe de Estado. Si esto no es un golpe, ¿qué lo sería?", a lo que añadió que el partido gobernante, la Unión Nacional Africana de Zimbabwe–Frente Patriótico (ZANU-PF) "están en la etapa de negación, pero ya no tienen el control".
Mugabe ha liderado a Zimbabue durante los últimos 37 años. A diferencia de la imagen que tiene en el resto del continente, Mugabe es visto en Occidente como un déspota que destruyó a uno de los países más promisorios de África con su manejo desastroso de la economía y su predisposición a recurrir a la violencia para mantener el poder.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com