- Pero el respaldo entre las filas de su partido continúa siendo fuerte: el 70% lo apoya a pesar de todo.
- El 63% de los estadounidenses opina mal sobre el magnate. En el caso de Clinton, la proporción es del 53%.
- La distancia entre ambos se amplía más de cuatro puntos en una semana.
- El candidato republicano sigue liándola: asegura hasta tres veces que Obama y Clinton son los fundadores del Estado Islámico.
- Su locura llega más lejos al afirmar que los yihadistas "honran" al presidente de EEUU.
La
incorrección política de la que alardea a diario Trump es lo que ha catapultado al magnate en su carrera presidencial hacia la
Casa Blanca. Sus burradas han enamorado a buena parte del electorado de Estados Unidos, harto de la
contención y las
buenas formas. Pero ojo, porque su éxito podría truncarse. Su discurso incendiario empieza a desgastar a las filas de su partido. Tanto es así que casi
un quinto de los republicanos registrados (un 19%) quiere que Donald Trump retire su candidatura y desista de su deseo de ser presidente. Pero su respaldo continúa siendo fuerte:
el 70% lo apoya y el 10% restante no lo tiene claro, según una encuesta de
Reuters a 396 republicanos.
El sondeo refleja la agitación provocada en el
Partido Republicano tras el ascenso triunfal de su líder, confirma la propia
Reuters. Y no sólo entre las bases.
Varios cargos republicanos destacados han renunciado a su apoyo por sus declaraciones y propuestas políticas.
Entre el resto de la población, Trump no convence. Un 63% tiene una visión desfavorable de él. Su rival Clinton sale un poco mejor parada: la proporción de estadounidenses con una opinión mala sobre ella es del 53%, según el sondeo. Vamos, que
ninguno aprueba. Su distancia, de momento, es de
7 puntos porcentuales, según datos del martes. Hace una semana esta diferencia era de menos de tres puntos.
Sea como fuere, Donald Trump no parece dispuesto a cambiar de tono. Al contrario, el magnate republicano sigue en su línea. Lo último que ha soltado es que
Barack Obama y
Hillary Clinton son los
cofundadores del Estado Islámico. Así lo ha repetido hasta tres veces durante su último mitin en un estadio deportivo en
Florida. Ha respaldado su tesis en el vacío de poder que dejó Obama en
Irak después de retirar sus tropas. Esto lo aprovecharon los
yihadistas, que "honran" a Obama desde entonces. De Clinton ha dicho que "no dice nada contra los islamistas radicales" para no ofender al presidente Obama. Y el caso, a fin de cuentas, es que es la "cofundadora".
¿Cuál es el peso real de éste y el resto de sus argumentos? Esta semana, expertos republicanos en seguridad arrojaban un poco de luz sobre esto al
alertar que
Trump no es un simple ignorante, es peor, porque "no manifiesta ningún deseo de informarse", aludiendo a sus
disparates al opinar sobre
asuntos internacionales.
Daniel Esparza