• Un carísimo Plan de Suspensión Individual de la relación laboral ofrecido de manera indiscriminada.
  • Con el 80% del sueldo o el 65% más variable, te puedes ir a casa a partir de los 53 años.
  • Con ello, la compañía pierde talento y vacía divisiones.
  • Encima, a Gilpérez, el hombre de Movistar Fusión, le quitan fondos para tapar otros agujeros (Brasil).
El Plan de Suspensión Individual de la relación laboral puesto en marcha por Telefónica el pasado mes de enero, ha tenido un éxito absoluto. En pocas semanas se han cubierto las 7.000 bajas pretendidas por la compañía. Ojo, no son bajas propiamente dichas, sino algo más parecido a las prejubilaciones de toda la vida. Sea como fuere, el éxito se explica por las condiciones ofrecidas por la empresa: si tienes más de 53 años, te puedes ir a casa con el 80% del sueldo, o el 65% más variable. De las dos posibilidades, la que sea menor. Eso sí, a pesar de no ir más a trabajar, los empleados siguen manteniendo su relación contractual con Telefónica así como las cotizaciones sociales hasta la edad de jubilación. ¡Ah! Y si lo desean, pueden trabajar por su cuenta o en cualquier otra empresa, sin que eso signifique perder estas condiciones. Total, que el cupo de 7.000 se ha cubierto en pocas semanas, ante el cabreo de Luis Miguel Gilpérez (en la imagen). Efectivamente, el presidente de Telefónica España, el hombre que revolucionó el sector en España con Movistar Fusión, se vio obligado a lanzar el Plan que reducirá de 28.000 a 21.000 el número de trabajadores de la teleco en nuestro país. El problema del Plan, además de ser carísimo para la empresa –las cuentas de 2015 recogerán una provisión de 2.900 millones de euros destinada a sufragar el gasto no recurrente de personal- es que se planteó de manera indiscriminada. Eso ha provocado una pérdida muy significativa de talento y que varias divisiones han reducido de manera importante sus recursos humanos. De ahí el cabreo de Gilpérez. Además, el directivo está viendo cómo el grupo está utilizando los beneficios obtenidos en España para tapar otros agujeros de la compañía como, por ejemplo, Brasil. Que se destinen las ganancias obtenidas con tanto esfuerzo en España para eso, pase, pero que además me quiten talento y recursos humanos de una manera indiscriminada... Probablemente, Telefónica España necesitaba un ajuste, pero no a este coste y en estas condiciones. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com