Puigdemont aprovecha la desesperante lentitud de la justicia belga
El Tribunal de primera instancia de Bruselas ha hecho caso a la defensa de Carles Puigdemont y ha aplazado la vista sobre la euroorden al próximo 16 de diciembre. La defensa del fugitivo de la justicia española quería contar "con más tiempo” para prepararse, tras la reactivación de la euroorden del juez Pablo Llarena hace una semana por los delitos de sedición y malversación.
La Fiscalía belga es partidaria de que el tribunal ejecute la orden europea de detención y entrega (OEDE) para que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont sea entregado a España por sedición y malversación.
Recordemos que el 28 de octubre de 2017, en aplicación del Artículo 155 de la Constitución, Puigdemont fue cesado como presidente de la Generalidad. Huyó de España a Bélgica el 29 de octubre, poco después de intentar celebrar un referéndum ilegal de independencia el día 27 de octubre. Lleva en Bélgica desde esa fecha, con excepción de marzo a julio de 2018 en Alemania. Y en este momento se encuentra en libertad sin fianza, pero sujeto a condiciones como tener una residencia fija en Bélgica y no salir del país si no es con autorización del juez, a la espera de que se resuelva su caso.
Calvo ha añadido que en el caso de que Bélgica no atienda esa euroorden y rechace entregar a Puigdemont, las relaciones bilaterales entre los dos Estados se verían afectadas
En diciembre de 2017, el Tribunal Supremo retiró la orden internacional de arresto contra el ex presidente catalán y sus cuatro ex consejeros huidos a Bélgica. La decisión buscaba evitar que la Justicia belga pudiese limitar los cargos contra Carles Puigdemont y que el caso quedase solo bajo jurisdicción española. El Supremo retiró la orden de arresto internacional, pero no la nacional.
En Onda Cero, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha lanzado hoy una contundente advertencia a Bélgica con motivo de la euroorden de detención emitida por el Tribunal Supremo sobre Puigdemont. Calvo ha avisado a las autoridades belgas de que “desde el Gobierno no entenderemos que Bélgica no entregue a quienes están huidos de la justicia española”. Y ha añadido que en el caso de que Bélgica no atienda esa euroorden y rechace entregar a Puigdemont, las relaciones bilaterales entre los dos Estados se verían afectadas. De hecho, la vicepresidenta ha comentado que, en el supuesto de que no se realice la entrega “tomaremos nuestras decisiones”.
Todo esto Calvo lo ha dicho porque nos encontramos en campaña electoral, o sea para dar imagen de firmeza. Si no, no hubiera hecho nada.