La integración de cualquier entidad siempre es difícil y la del Popular no es una excepción. Al contrario, se está convirtiendo en una pesadilla, sobre todo para los propios trabajadores del banco que se temen lo peor: que, a la hora de ajustar la plantilla en España, ellos se lleven la peor parte.

Motivos no les faltan ya que, como adelantó Hispanidad, Rami Aboukhair, Ceo de Santander España, no sabe dirigir el Popular y sus mensajes no son nada alentadores.

Concretamente, el pasado 3 de abril, Aboukhair remitió una carta a algunos directivos del Popular en la que les acusaba de hacer trampas para cumplir los objetivos comerciales establecidos.

“Disposición de líneas de crédito, sin justificación comercial aparente y con debilidades documentales formales, traspasando los importes dispuestos a cuentas corrientes y de ahorro de los clientes con la finalidad de conseguir y alcanzar el cumplimiento del objetivo de incremento en depósitos, procediéndose a su retrocesión una vez cumplido el trimestre”, señala la misiva.

Carta Rami al Popular 1

La otra mala praxis se refleja en el siguiente párrafo: “Cargar cuotas de préstamos en descubierto con la finalidad de tratar de cumplir con el objetivo de reducción del saldo irregular asignado y poder optar, de esta forma, al cobro del incentivo correspondiente al tercer trimestre de 2017”.

Carta Rami al Popular 2

La carta ha sentado muy mal entre los directivos del Popular, nada acostumbrados a objetivos comerciales concretos. ¿La oficina ganaba dinero? Estupendo. ¿Que no? Pues se ponía remedio, pero siempre teniendo en cuenta que lo importante era el cliente, no la venta de un producto concreto.

Esa es la diferencia fundamental entre un banco de cliente (Popular) y uno de producto (Santander).

La plantilla del Popular teme, además, que la carta sea un pretexto para justificar el próximo ajuste. “Llegado a este punto, le significamos que se hay un elemento básico e imprescindible en toda relación laboral, pero que alcanza su mayo nivel de exigencia en nuestro sector, es sin lugar a dudas la CONFIANZA, de tal forma que si en algún momento la misma se quebrase, sería inviable el mantenimiento del vínculo laboral entre las partes”, asegura.

Por cierto, los directivos del Popular que han recibido esta carta no han cobrado el bonus correspondiente al tercer trimestre de 2017.

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