• Juan Entrecanales Azcárate pone firme a su sobrino: "volvamos a lo que sabemos hacer".
  • El primer accionista de Acciona exige retroceder en renovables y volver a construcción, ladrillo y servicios: al negocio tradicional.
  • Para ello hay que desinvertir. Sobre todo, porque otra de las exigencias de Entrecanales Azcárate y de su hijo Juancho es aumentar el dividendo.
  • Y librarse de políticos conseguidores: la esposa de Nick Clegg, Miriam González Durántez no consiguió introducir el grupo en Reino Unido.
  • Carmen Becerril pierde fuerza y Walter de Luna (SAREB) cobra pulso en la división inmobiliaria.
  • Y de finanzas lo justo. ¿Bestinver? Sólo mientras ofrezca resultados y no exija más inversiones.
  • Leopoldo Rodés está en baja: se ha puesto de perfil en el caso ATLL. 

Revolución en Acciona. El viejo sueño de su presidente, José Manuel Entrecanales (en la imagen), quien quería convertirse en el empresario verde del país, con una Acciona trasformada de constructora en compañía eléctrica, se diluye por días.

Y es que su tío, Juan Entrecanales Azcárate, que, aunque jubilado, sigue siendo el primer accionista de la compañía, y que influye en el Consejo a través de su hijo Juancho Entrecanales Franco, a quien cedió la Vicepresidencia primera, ha dado un golpe de timón bajo el principio de "volver a hacer lo que sabemos hacer". Olvidarse de la energía verde y de las tesis ecologistas de su sobrino José Manuel y "volver a lo que sabemos hacer": construcción, infraestructuras, ladrillo (relanzar la promoción inmobiliaria) y servicios.

La reforma -más bien reformas- eléctricas del ministro José Manuel Soria han tenido algo que ver en el asunto.

Y también, dejar de fichar políticos, algo que no les ha traído más que problemas. Ejemplo, el fichaje de Miriam González Durántez, la esposa del viceprimer ministro británico, Nick Clegg, no ha servido para obtener contrato alguno en el Reino Unido. De hecho no se le renovó en julio de 2014.

Encima, el poderoso Leopoldo Rodés, el hombre de Havas, les metió en Cataluña con la compra de la contrata ATLL y ahora los tribunales les expulsan de allí y la Generalitat no quiere cubrir el agujero.

Pero la revolución no termina ahí: Juan Entrecanales, a pesar de su edad provecta, tiene claro que hay que volver a lo que hicieron su hermano y él: construcción, infraestructuras, servicios y promoción inmobiliaria -ahora que remonta la crisis- y dejarse de una energía muy ecológica pero que vive de las subvenciones públicas. La reforma Soria ha hecho daño pero es que, además, el chollo de las renovables se apaga en todo el mundo. Crece allí donde todavía está en ciernes o donde, como en Europa, los países se han comprometido a ello.

La división inmobiliaria es otro objetivo clave. Por eso se fichó al segundo de la SAREB, Walter de Luna, quien riñó con Belén Romana y se llevó del banco público a Luis Moreno. Acciona volverá a construir pisos para venta y para alquiler. Y de la división constructora se encarga, precisamente, Juancho Entrecanales Franco.

¿Bestinver? Fue la joya de la corona hasta que su primer ejecutivo y creador, Francisco García Paramés, decidió marcharse. Quería volar solo y la bronca con José Manuel Entrecanales fue fuerte. Todavía hoy meses después de su salida Entrecanales se empeña en que guarde los dos años de incompatibilidad que tenía firmado en contrato, aunque no está claro que vaya a hacerlo y la cosa puede terminar en los tribunales. En cualquier caso, para Juan Entrecanales, Bestinver sólo lo justito: ha dado dinero a la empresa en el pasado pero no se hará ninguna inversión extra.

Y lo más importante: aumentar el dividendo, que hay muchos nietos esperando. Pero para eso hay que desinvertir y sobre todo en electricidad. Lo cierto es que las reformas del PP ya provocaron que Carmen Becerril, quien fuera directora general de Energía de Ministerio de Industria, perdiera su funciones de ejecutiva y se le premiara -patada hacia arriba- con la dirección, no ejecutiva, de la División internacional.

Pero tanto Juancho Entrecanales Franco, como su 'jubilado' padre Juan Entrecanales Azcárate, exigen más dividendo en una familia que ya va por la tercera generación con la cuarta llamando a la puerta. Así que a vender y a reducir perímetro para ganar en rentabilidad. No era esto lo que soñara José Manuel Entrecanales cuando se hizo cargo del negocio y pidió a McKinsey que le hiciera un programa de crecimiento extraordinariamente ambicioso. Ahora, su tío ha impuesto una vuelta al cemento y al ladrillo, a lo de siempre, a lo que 'sabemos hacer'. José Manuel Entrecanales va a tener que abandonar sus noches de batería en el pub del norte de Madrid y sus conferencias sobre el cambio climático, sus participaciones en el complejo Bilderberg y sus intentos de influir en el Gobierno vía Dolores de Cospedal. El ladrillo tiene poco que ver con todo eso.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com