- La editorial, el único punto fuerte que le queda al grupo, aumentó los ingresos un 5% y el ebitda, un 8,3%, sin extraordinarios y sin el impacto negativo del tipo de cambio.
- El problema es el medio plazo: la generalización del libro gratuito y la irrupción del libro electrónico.
- Pero como adelantó Hispanidad, nadie le compra la editorial porque el negocio está complicado, incluso el del libro de texto.
- En definitiva, Santillana es un buen negocio hoy con muchos interrogantes para mañana.
Juan Luis Cebrián (
en la imagen) está con el agua al cuello.
Las cuentas de PRISA no salen -llevan sin salir unos cuantos años- y tiene que vender activos como sea, por ejemplo,
Santillana, la joya de la corona (todavía) del grupo. Fíjense en el detalle: es la primera vez que presenta los resultados de la editorial segregados del resto.
Y es que
Santillana es el único punto fuerte que le queda al grupo. Los ingresos de explotación ajustados hasta septiembre descendieron un 5,8%, hasta alcanzar los 513,5 millones de euros, según publica este martes
El Economista. Por su parte, el ebitda bajó un 4,9% hasta los 167,2 millones.
Me dirán que
no son buenos resultados y tienen razón, aunque se deben, no tanto a la caída del negocio como al tipo de cambio y a los extraordinarios. Sin el efecto negativo cambiario y sin tener en cuenta los atípicos,
los ingresos habrían aumentado un 5% y el ebitda, un 8,3%.
El problema de Santillana es el medio plazo, con la generalización del libro gratuito y la irrupción del
libro electrónico. Lo primero lo hemos visto en Brasil, donde el trasvase de alumnos de la escuela privada a la pública
ha provocado un descenso de las ventas del 8,4% en moneda local y del 23,5% en euros.
En este contexto es en el que
Janli quiere vender Santillana. Como adelantó Hispanidad,
se lo ha ofrecido a Bertelsmann y a Planeta. Los primeros estudian la operación y los españoles la rechazan. El mayor escollo, además de los interrogantes que plantea el
negocio editorial en el medio plazo, es el
precio exigido: 2.000 millones de euros, esto es, doce veces el ebitda. Demasiado, incluso para alguien como Janli, especialista en lograr el favor de bancos -Santander, HSBC y BBVA- y empresas -Telefónica- para sacar adelante
PRISA.
En cualquier caso, el momento es ahora. Santillana es un buen negocio hoy pero presenta muchos interrogantes para mañana.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com