- El hombre sin cargo pero con más poder se afianza como el mandamás de la entidad en nuestro país.
- Mientras, el Ceo Aboukhair va por delante animando a los empleados.
- El banco prepara una solución para los clientes que son accionistas y acudieron a la ampliación de 2016.
- "Es absolutamente básico mantener a todos los clientes", primer mensaje de Echenique a los directivos del Popular.
Prepárense para dejar de ver oficinas del Popular. Ya son historia, porque después de 91 años, el banco que fuera el más rentable del mundo se ha convertido en Santander España. Primera consecuencia, además de perder el nombre, es que, a partir de ahora, el que manda es un tal
Rodrigo Echenique (
en la imagen), a la sazón, presidente de
Santander España.
Efectivamente, el hombre sin cargo -Santander España carece de personalidad jurídica propia- se afianza como el mandamás de la entidad en nuestro país. Y ojo, porque, tras la
operación Popular, el peso y la importancia de la franquicia española ha dado un salto sin precedentes dentro del grupo cántabro. Más poder para Echenique.
Mientras,
el consejero delegado de Santander España, Rami Aboukhair, trata de animar a la plantilla del Popular. "Lo habéis pasado mal. Ahora, que la sonrisa vuelva", les dijo el jueves 8.
La situación es complicada y Botín lo sabe. Por eso, ha enviado una carta, con
vídeo incluido, a cada uno de los 12.000 empleados del Popular, asegurando que no es
tierra conquistada y que cuenta con ellos.
Más directo y pragmático ha sido el mensaje de Echenique. "Es absolutamente básico mantener a todos los clientes", aseguró a los directivos. Dicho y hecho:
Juan Manuel Cendoya, vicepresidente de
Santander España, ha anunciado este miércoles, en declaraciones a la
COPE, que el banco está estudiando la manera de compensar a los accionistas que son clientes y que
acudieron a la ampliación de capital de 2016.
Pero, ¿
qué va a suceder con los empleados -directivos incluidos- que también son accionistas y acudieron a la citada ampliación? Sí,
es básico mantener a los clientes, pero más importante aún es tener una plantilla contenta y motivada. "Lo habéis pasado mal. Ahora, que la sonrisa vuelva". Pues eso.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com