- La Asociación Independiente de Afectados por el Popular (AIAP) asegura que "el Estado, junto con los organismos europeos, han hurtado la propiedad privada".
- Y se pregunta: ¿Dónde está el informe de Deloitte que sirvió al BCE para declarar "inviable o cerca de la inviabilidad" al banco?
- La AIAP señala directamente a Guindos, a Botín y a Draghi.
La batalla legal por el
Popular ya ha comenzado y los distintos despachos de abogados
ultiman sus estrategias. El asunto es complejo, en primer lugar porque el propio
Mecanismo de Resolución establece que se podrá liquidar cualquier entidad que esté en quiebra o -y esto es lo más grave- que se encuentre en peligro de quebrar. Y, ¿quién decide si un banco está en peligro? La misma Junta de Resolución.
Es igual.
Los miles de accionistas minoritarios del Popular están dispuestos a llegar hasta el final. Y en esa carrera, la
Asociación Independiente de Afectados por el Popular (AIAP), formada por unos 700 miembros, ha presentado este martes sus principales argumentos jurídicos.
El primero y más importante: ha sido una expropiación ilegal y sin justiprecio. "Se hurta la titularidad de las acciones que dispone cada persona,
cosa novedosa en nuestra sociedad y nuestro derecho, ya que la acción es propiedad personal e intransferible, y aquí, vía administrativa, se ha hurtado un bien o propiedad personal,
sin poder reclamar una valoración justa y un justiprecio", señala la AIAP.
"Esto es propio de las sociedades donde la propiedad privada no existe y todos los bienes son bienes del Estado. En este caso, el Estado junto con los organismos europeos han hurtado la
propiedad privada, menospreciando a los verdaderos propietarios de dichos bienes", concluye.
Además, la asociación se pregunta por el informe que permitió la intervención del Popular. "Después de 26 días de la resolución del
Banco Popular, todavía no conocemos el informe Deloitte, sobre el que se basa el BCE para declarar 'inviable o cerca de la inviabilidad' al Banco Popular", afirma.
La AIAP se muestra muy dura y señala directamente a
Luis de Guindos, a Ana Botín y Mario Draghi que, en su intento de apartar al mexicano
Antonio del Valle -pretendió hacerse con la mayoría del banco a precio de saldo, según la AIAP- arruinaron a 305.000 pequeños accionistas de la entidad.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com