Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil
John Hahn sigue ejecutando su plan de manera escrupulosa. Ni siquiera lo han alterado los últimos movimientos protagonizados por Zegona para hacerse con el control de Euskaltel y comenzar así la expansión de la cablera por el resto de España. Dentro del sector, de hecho, se comprendería una fusión Euskaltel-MásMóvil -algunos, incluso, la verían con preocupación- pero el mandato de Hahn es tajante: no quiero fusiones, quiero vender.
En pocas palabras: Hahn quiere dar el pelotazo -el tercero en España- colocando MásMóvil al mejor postor, algo incompatible con una fusión. Eso explica la actitud evasiva de Meinrad Spenger, CEO de MásMóvil, cuando sale a relucir la posibilidad de una fusión.
Ahora bien, los accionistas de la teleco, entre los que está el propio Spenger y la mayoría de los directivos, son víctimas de su propia propaganda, esto es, de la CNMC, que está empeñada en que haya un cuarto operador y Euskaltel, de momento, no cumple los requisitos para serlo al limitar su presencia al norte del país.
En pocas palabras: Hahn quiere dar el pelotazo colocando MásMóvil al mejor postor
Todo esto ocurre en un momento en el que el sector de las telecomunicaciones está viviendo un momento complejo y decisivo a partes iguales. Complejo porque la guerra de precios desatada hace casi un año, favorecida por una regulación que castiga indirectamente a los que más invierten en redes, está llevando a las empresas a canibalizarse. Y es una etapa decisiva porque la llegada del 5G que, según los expertos, marcará un antes y un después, está a la vuelta de la esquina y exige unas inversiones muy elevadas.
Pero eso a Hahn le importa muy poco, solo en la medida en que pueda afectar su plan: vender MásMóvil al mejor postor.