- Luego lo exigió regalado al comprobar la actitud del propio presidente Saracho.
- Y el Gobierno se enfrenta a otra derivada de la farsa Popular: el gobernador Luis María Linde no traga.
- En el canutazo parlamentario, Linde se mesaba los cabellos: ¿Cómo es posible que el BCE no otorgue liquidez a un banco que gana dinero?
- De hecho, la previsión era ganar 150 millones de euros durante el primer semestre.
Cada día que pasa,
los fautores de la farsa Popular o regalo del banco al Santander por un euro, se encuentran con más problemas para explicar lo ocurrido.
Ahora se ha sabido
que en la noche de autos, el Santander, sabedor de que el BBVA no iba a presentar oferta (¿Cómo lo supo?) y de que era el único apostante,
forzó a la baja el precio. Es más, se plantó en los 0,40 euros por acción.
¿Por qué forzó la máquina?
Por la actitud del propio Emilio Saracho, quien ¡tiraba a la baja!, asombrando hasta a su propio equipo negociador.
Total, que decidieron quedárselo por un euro en lugar de pagar… lo que decía el mercado: 1.300 millones de euros.
Pero el problema más grave para los conjurados de la farsa Banco-Popular-regalado-al-Santander fue
la comparecencia del gobernador del Banco de España, Luis María Linde, que resulta que no traga con la mentira de la versión oficial. Entre lo que dijo en público en el parlamento y lo que comentó en el canutazo privado, la cosa se ha desmadrado.
En público se distanció de la adjudicación al Santander; en privado, se mesaba los cabellos aludiendo a cómo era posible que a un banco que ganaba dinero (resultado recurrente de 150 millones durante el primer semestre) el Banco Central Europeo le negara liquidez. Precisamente, el BCE, que ha forzado un océano de liquidez.
Vamos, que el gobernador Linde no traga con la farsa, justo en el momento en que todos, públicos y privados,
se conjuran para mantener la validez de la misma.
Para que se hagan un idea, la única vez que le BCE ha negado liquidez a un banco español fue al
Banco de Madrid, perseguido (injustamente, por cierto) por blanquear dinero ruso y venezolano. Vamos, porque los chicos de la CIA habían dicho que se persiguiera a su matriz andorrana, BPA, y que se diera un escarmiento.
Pero
el Popular no negociaba con dinero procedente de las mafias rusas o del chavismo venezolano. A lo mejor tenía una libreta de ahorro don
Pablo Iglesias pero poco más.
En cualquier caso,
la farsa Popular continúa. Y hay que cerrar todas las espitas. Nunca mejor dicho: la posverdad del Popular.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com