La tecnología GPT3 es capaz de redactar noticias periodísticas a partir de una serie de palabras clave que se le introducen. De inmediato hay quien ha empezado a hablar de la máquina-periodista y de la prensa en extinción. Y eso que no está claro si la tecnología GPT3 amenaza al periodismo o amenaza a Google, cuyo robot parece incapaz de distinguir entre la obra humana y la obra de una máquina.

La IA sólo son matemáticas, incapaz de hacer un juicio de valor. Vamos, que no pasa del segundo grado de abstracción… por mucho que nos asombren sus posibilidades

Eso sí, a lo mejor a Google le importa poco porque lo que no hace la máquina es, precisamente, juicios de valor. Y lo que molesta y, de paso representa a la racionalidad humana, son, precisamente, los juicios de valor.

En cualquier caso, si es inteligente no es artificial, si es artificial no es inteligente, porque alguien inteligente, humano, le ha programado. Además, la inteligencia artificial sólo son matemáticas, incapaz de hacer un juicio de valor. Vamos, que no pasa del segundo grado de abstracción… por mucho que nos asombren sus posibilidades. Por eso la máquina siempre ganará al hombre jugando la ajedrez pero nunca tomará una decisión.

Resulta un poco absurdo que un hombre, es decir, un ser racional, capaz de hacer juicios de valor, se ponga al servicio de una máquina tonta

Resulta un poco absurdo que un hombre, es decir, un ser racional, capaz de hacer juicios de valor, se ponga al servicio de una máquina tonta o tiemble ante sus posibilidades. Las máquinas no dan miedo, lo que puede dar miedo son los humanos que las programan.