- El sector ha convencido al ministro de los riesgos que supone fusionar las tres entidades medianas.
- Es mucho más eficaz el método tradicional: el grande se come al pequeño.
- En cualquier caso, se abre la veda de nuevas fusiones.
Luis de Guindos (en la imagen) está deseando marcharse al Banco Central Europeo. Desde que Mariano Rajoy le engañara con la Vicepresidencia del Gobierno, el ministro fijó su mirada en el BCE, concretamente en la Presidencia que todavía ocupa el italiano Mario Draghi. Pero en Europa manda una tal Angela Merkel, que sólo está dispuesta a concederle la Vicepresidencia, un cargo que viste mucho pero sin apenas relevancia. Sea como fuere, Guindos no quiere marcharse sin concluir la consolidación del sistema financiero español. Aún quedan cosas por hacer. Por ejemplo, aclarar el futuro de las tres entidades medianas: Ibercaja, Unicaja y Liberbank. La idea del ministro, y que trasladó al sector hace apenas unas semanas, era fusionar los tres bancos. Ya saben, burro grande, ande o no ande. Lo cierto es que el sector ha convencido a Guindos de los riesgos que supone fusionar las tres entidades, de las que Ibercaja presenta la mejor cara. Efectivamente, los resultados del primer semestre han obligado a Unicaja a seguir con su plan B: además de salir a Bolsa, un socio. Mientras, Liberbank ha entrado en el 'bucle Popular' y se desploma en Bolsa al anunciar una ampliación de capital. ¿Fusionar los tres bancos medianos de España? El sector fue muy firme en su respuesta: no. En su lugar, busquemos un método más tradicional. Por ejemplo, que el grande se coma al pequeño. Es mucho más eficaz y, además, al menos en este caso, entraña menos riesgos. Las absorciones también se han mostrado muy útiles para reducir la capacidad instalada del sector. A estas alturas de la película todo el mundo da por hecho, los sindicatos los primeros, que una de las primeras medidas tras una absorción es el cierre de oficinas y el ajuste de plantilla. Duplicidades, lo llaman. En definitiva, el sector ha convencido a Guindos de que la unión de Ibercaja, Unicaja y Liberbank es una mala idea. Ahora bien, todos coinciden en señalar que el ministro ha abierto la veda a nuevas fusiones bancarias. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com