• Chaves y Griñán, procesados. No tendrá consecuencias electorales: son socialistas.
  • El juez ha tomado la decisión en plena campaña electoral pero el efecto está descontado.
  • Y aún hubiera tenido menos influencia electoral si hubieran sido procesados líderes de Ciudadanos y de Podemos.
  • Y es que la judicatura se está 'vengando' del PP y de Rajoy.
  • Es más: algo ocurre con Rajoy, que hasta los votantes del PP están hartos de este PP.
Tarde-noche del pasado martes 31. La presidenta de la comunidad autónoma de Andalucía, Susana Díaz (en la imagen junto a Chaves y Griñán), comparece ante la comisión del Parlamento andaluz que investiga el caso de los cursos de formación, un escándalo paralelo al de los EREs. Se lo voy a resumir: si la inocencia tuviera rostro, Díaz se miraría al espejo y podría decir: He ahí la inocencia. Ni ella, ni Manuel Chaves, ni José Antonio Griñán, ni el resto de cargos de la Junta de Andalucía investigados por los jueces habían roto un plato en su vida. Todo era orden y perfección. A la mañana siguiente el juez decidía procesar a los dos presidentes de la Junta que han precedido a Díaz. Uno de ellos ministro, el otro ministro  y vicepresidente del Gobierno, Chaves, además de presidente del partido. Griñán también podría acabar en prisión dado que al delito de prevaricación se une el de malversación de fondos públicos. Y lo demás no es el caso en sí. Los EREs y los cursos de formación no acusan a una persona sino a todo el entramado socialista en su punto más fuerte: Andalucía. Es igual, la repercusión electoral del caso más amplio, no sé si más profundo, eso no lo sabe nadie, de corrupción en España, los dos que afectan al socialismo andaluz, no resultará muy dañina. El PSOE tiene bula -menos que los dos neo partidos -Podemos y Ciudadanos- pero más que el PP. De hecho, uno de los fenómenos más curiosos que se están dando en la España actual es la venganza de la judicatura contra el Partido Popular. Ni los jueces de derechas aguantan a Rajoy y su enredado núcleo de poder político. En el fondo no es más que un espejo de lo que le ocurre a la sociedad española: hasta los votantes tradicionales del PP están hartos el PP. Eulogio López eulogio@hispanidad.com