• El enviado de la ONU a Siria podría dejar de exigir que el presidente Bashar al Asad abandone su cargo.
  • Mientras que EEUU se declara "abierto" a conversar con Rusia sobre Siria.
  • "Con la crisis de los migrantes se oyen voces europeas que abogan por una cooperación con Asad y Putin; la idea de una estabilidad a cualquier precio está ganando claramente terreno", afirma Karim Bitar, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París.
Poco a poco la tesis de Rusia respecto a Siria se va imponiendo en la esfera internacional. El presidente ruso Vladimir Putin (en la imagen) siempre ha defendido que el verdadero enemigo en Siria no es Bashar al Asad, sino el Estado Islámico. A Obama esta idea no le ha entrado en la cabeza hasta ahora. Pero parece que por fin le empieza a entrar. Y es que la Casa Blanca ha dicho que está abierta a conversar con Rusia sobre Siria, tras el despliegue de tropas y de armamento pesado por parte de Moscú en este país en guerra. Estados Unidos quiere mantener "discusiones tácticas y prácticas", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, según agencias. Washington está alarmado desde hace semanas por el incremento de la presencia militar rusa con el fin de intensificar su ayuda al régimen del presidente Bashar al Asad, mientras Estados Unidos encabeza una coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico. La Casa Blanca indicó que instaría a Rusia a centrar sus acciones en Siria en el combate al EI. "Dejamos claro que las acciones de militares rusos en Siria, si son utilizadas para apoyar al régimen de Asad, serían desestabilizadoras y contraproducentes", indicó Earnest. Pero "celebraríamos contribuciones constructivas de parte de los rusos a la coalición anti EI", añadió. Claro, de eso se trata, Barack: Rusia está luchando contra el Estado Islámico y por eso apoya al dictador sirio, porque es el único que lucha contra los yihadistas. Y mientras, la ONU por fin mueve ficha. El enviado de la ONU para Siria entabló este jueves con el régimen sirio unas conversaciones sobre su iniciativa de paz para el país, donde Rusia está afianzando su presencia, según agencias. El diplomático Steffan de Mistura llegó a Damasco en un momento en que Occidente, abrumado por la llegada de refugiados, busca una salida política al conflicto sirio y podría dejar de exigir que el presidente Bashar al Asad abandone su cargo. Durante una entrevista, el ministro sirio afirmó que "la lucha contra el terrorismo" es "la prioridad y el preludio a una solución política en Siria", según la agencia oficial Sana. Asad y su aliado ruso Vladimir Putin repiten cada vez más este mensaje acusando al grupo yihadista Estado Islámico (EI) de provocar la actual crisis migratoria. "Con la crisis de los migrantes se oyen voces europeas que abogan por una cooperación con Asad y Putin. La idea de una estabilidad a cualquier precio está ganando claramente terreno", comprueba Karim Bitar, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com