- Fondos soberanos y miembros de la familia real qatarí compran capital de empresas, bancos o constructoras, así como hoteles, islas, equipos de fútbol,…
- Se acaban de convertir en el primer accionista de Colonial, después de que el Grupo Villar Mir redujera su participación un 6,27%.
- Destacada posición que también ocupan en IAG e Iberdrola. Además tienen el 10% de El Corte Inglés, parte del Barça y son dueños de varios hoteles.
- Fuera de España no se quedan atrás: son el primer accionista de Volkswagen y Deutsche Bank; dueños de Harrods, Valentino y del París Saint-Germain, por ejemplo.
- Financian al canal qatarí Al Jazeera -lo que no gusta a EEUU- y al grupo palestino islámico Hamás, que ha aplaudido el atentado de hace unos días en Tel Aviv.
- Mientras, España agradece la ayuda de Qatar en la liberación de los tres periodistas secuestrados en Siria (Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre).
En más de una ocasión les hemos referido la
peligrosa invasión qatarí de Occidente, pues muchos fondos soberanos y miembros de la familia real de
Qatar han comprado capital de empresas, bancos o constructoras, así como hoteles, islas, clubes de fútbol,… Les sobra el dinero porque nadan en petróleo, pero hay que tener cuidado con sus ideas.
De esta manera, se puede trazar su
peligrosa geografía empresarial y política, de la que
España no se libra y también ocupa un lugar.
Este viernes, se ha conocido que Qatar se ha convertido en el primer accionista de
Colonial, con su actual 13,1%. Y todo ello sin hacer nada, sólo porque el Grupo Villar Mir ha reducido su participación en la inmobiliaria un 6,27%, hasta el 9%.
Algo similar les sucedió en
Iberdrola. El fondo soberano Qatar Investment Authority entró en el capital de la eléctrica en octubre de 2006 y se convirtió en su primer accionista a mediados de 2012, con la salida de ACS. Claro que no se conformó con esta destacada posición y
en febrero de 2014 incrementó su participación hasta el 9,5%.
Desde enero del año pasado, Qatar también es el primer accionista de International Airlines Group (
IAG), tras comprar el 9,99%. Pero tampoco con esto se quedó satisfecho y a mediados de mayo ha elevado su participación en el holding aéreo que integra British Airways, Iberia, Aer Lingus y la
low cost Vueling hasta el 15,01%. Eso sí, tampoco descarta seguir incrementando su porcentaje, aunque dentro de los límites legales (la normativa de la UE le impide superar el 49%). De no ser por estos límites, el emirato podría hacerse con toda IAG sin menor esfuerzo, pues vale en bolsa 13.600 millones de euros… una migaja para los que nadan en petrodólares.
Qatar también es dueño del 10% de
El Corte Inglés y también de parte del
Fútbol Club Barcelona y de la
constructora alicantina Ecisa. Asimismo, son dueños de varios hoteles (el Renaissance y el Vela en Barcelona, el Intercontinental en Madrid o el complejo mallorquí Park Hyatt Canyamel) y de la concesionaria de la marina para yates Port Tarraco (Tarragona), entre otras cosas.
Dejemos nuestro país y pasemos a ver sus posesiones en el extranjero, donde el emirato tampoco se queda atrás.
En Alemania, Qatar es el primer accionista de
Volkswagen y de
Deutsche Bank, y tiene una parte del capital de
Hochtief, filial germana de la española ACS. Conviene subrayar su invasión en Reino Unido, que paradójicamente gobernó el emirato como un protectorado hasta 1971, claro que ahora se han invertido un poco las tornas. Qatar es dueña de los famosos almacenes
Harrods y copropietario de The Shard -rascacielos londinense que ocupa el primer puesto en altura de la UE- , además tiene: el 25% de la cadena de supermercados
Sainsbury's, el
20% de la Bolsa de Londres, el 20% del popular mercado de Camden, parte del banco
Barclays y de BAA, la compañía propietaria del aeropuerto de Heathrow donde Ferrovial es propietario del 49,99%.
Mientras, en Francia, Qatar invirtió en el grupo editorial Lagardere y el conglomerado de marcas Moët Hennessy-Louis Vuitton (
LVMH), se hizo en 2011 con la emblemática firma de marroquinería
Le Tanneur y el actual emir,
Tamim bin Hamad Al Thani, compró el equipo de fútbol
París Saint-Germain (PSG). Pero Italia tampoco queda a salvo de la invasión: la
exjequesa, Mozan bint Nasser, madre del actual emir y segunda esposa del exjeque Hamad bin Jalifa Al Thani -quien abdicó en junio de 2013 a favor de su hijo Tamim-,
ha combinado su labor filantrópica con la compra de algunas de sus marcas favoritas. Tal es el caso de la marca de moda
Valentino, que
adquirió el grupo Mayhoola for Investments en julio de 2012.
Qatar también está en Luxemburgo, donde tiene participaciones en el KBL Luxembourg Bank. También ha invertido en el segundo mayor banco de Suiza,
Credit Suisse. Además es dueño de numerosos bienes inmobiliarios, como el Hotel Monceau de París, el Hotel Gallia de Milán o el Royal Savoy Hotel Lausana de Suiza.
Claro que las posesiones del emirato traspasan las fronteras del continente europeo e incluso saltan el océano Atlántico. Y es que invirtieron en el estudio Miramax Films, que pertenece a
Walt Disney Pictures, y
han comprado el club que pondrá en marcha el exfutbolista británico David Beckham en Miami, quien coincidió con el emir en el PSG.
Pero toda esta invasión e influencia en las empresas no es baladí, pues la familia real qatarí, los Al Thani, son los que financian al canal qatarí
Al Jazeera. Esto no gusta nada a EEUU y es la principal razón de que no se fíe del emirato.
Al mismo tiempo, Qatar también financia al grupo palestino islámico
Hamás, que ha aplaudido
el atentado ocurrido hace unos días en Tel Aviv (Israel). De hecho, el exjeque, cuando aún estaba en el poder, fue
el primer jefe de Estado que visitó la franja de Gaza desde que la gobernaba Hamás. El atentado ha cabreado mucho a Israel y precisamente, la candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, es una de sus principales valedoras.
Y por si con todo esto no bastara, se sospecha que Qatar también está financiando al terrorismo yihadista, es decir, al
Estado Islámico (EI). Ambos comparten credo, pues son sunitas.
Y mientras, España agradece la ayuda de Qatar en la liberación de los tres periodistas secuestrados en Siria (Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre). Como dice el refrán,
es de bien nacido ser agradecido, eso sí, sin pasarse, pues son un 'amigo' un tanto peligroso y con bastante poder en muchas de nuestras empresas.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com