- El pronóstico para este año coincide con el Gobierno Rajoy, pero es más pesimista respecto a 2017 y 2018.
- Para el año próximo lo rebaja hasta el 2,3%, y al 2,2% en el siguiente.
- El organismo recuerda el débil crecimiento de los países a los que más exporat España (Francia, Alemania, Italia 0 Reino Unido).
La
OCDE revisa al alza cinco décimas su
previsión de crecimiento económico en España este año para igualarla a la del Gobierno (3,2 %), pero se mantiene menos optimista para 2017, al augurar que la cadencia se moderará al 2,3 % dos décimas por debajo del 2,5 % que ha anunciado el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Además, cree que esa tendencia se prolongará en 2018, con un 2,2 %, recoge
Efe.
La progresión del PIB español en 2016 será el quinto más elevado de sus 35 países miembros, sólo por detrás de Islandia (6 %), Nueva Zelanda (3,7 %), Israel (3,6 %), Eslovaquia (3,3 %) e Irlanda (3,1 %).
Las razones son la fortaleza de la
demanda interna (el consumo sube un 3,4 % y la inversión un 4,3 %), las condiciones favorables de
financiación (con unos tipos de interés históricamente bajos), un barril de
petróleo muy barato, una
evolución salarial muy moderada por el abultado desempleo y la expansión de las exportaciones.
Los autores del estudio recuerdan que los principales países a los que España exporta en Europa crecerán poco (Francia un 1,3 %; Alemania, un 1,7 %; Italia, un 0,9 %; el Reino Unido, un 1,2 %) y, en términos generales, el comercio mundial está en un estado "anémico".
La inflación, que ya ha salido de magnitudes negativas, repuntará moderadamente con el ascenso del petróleo (tras un -0,3 % de media en 2016, se anticipa un 1,5 % en 2017 y un 1,3 % en 2018), entre otras cosas porque el desempleo, aunque cae con fuerza, sigue en niveles muy elevados.
La tasa de desempleo en España, que llegó a triplicar la media de la OCDE en 2013 cuando tocó techo al romper el listón del 26 %, seguirá siendo la segunda más alta de los Estados miembros (tras Grecia), aunque debe descender al 19,6 % en 2016; al 17,7 % en 2017, y al 16,4 % en 2018.
El año próximo, el principal impulsor del alza del PIB será la inversión, con una expansión que se acelerará al 4,7 %, mientras el consumo privado ralentizará su marcha al 2,1 %, y esa misma orientación se constatará en 2018 (4,7 % y 1,6 %, respectivamente).
La OCDE considera que España dispone de un margen "limitado" para un estímulo fiscal, teniendo en cuenta su elevado déficit (calcula que será el 4,6 % este año, el 3,6 % en 2017 y el 2,9 %, por debajo del límite del 3 % del Tratado de Maastricht, en 2018) y la deuda.
Con respecto a esta última, continuará creciendo aunque a un ritmo menor (tras el 101,3 % del PIB en 2016, pasará al 102,1 % en 2017 y al 102,2 % en 2018).
Por eso, ante el poco margen fiscal en los dos próximos ejercicios, aboga por reorientar el gasto público a partidas que favorezcan un crecimiento inclusivo, como la educación, las políticas activas de empleo, o la I D.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com