• Madrid y Francfort, unidos en la farsa de la falta de liquidez.
  • Una semana antes de la intervención el Popular era viable; una semana después, estaba quebrado.
  • El titular de Economía asegura que el FROB le pedirá al Mecanismo europeo de resolución que publique el informe sobre el Popular.
  • Días atrás el problema era de solvencia, ahora era de liquidez.
  • Pero la liquidez de un banco en la zona euro, hoy tiene fácil arreglo.
  • Guindos tampoco sabe explicar por qué la CNMV no actuó.
  • El ministro respiró en el momento en que supo que había un postor: Ana Botín.
  • Postor que compró por un euro y que ya asegura un retorno de entre el 12 y el 14%. ¡Pues menuda quiebra!
La mañana del martes 20 de junio comenzaba alegre y feliz para el ministro de Economía, Luis de Guindos (en la imagen), quien comparecía en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander ante la canallesca mediática. Bueno, hubiera sido más feliz si a la mayor chapuzas bancaria de la zona euro, de nombre Danièle Nouy (en la imagen), a la sazón presidenta del Consejo de Supervisión Bancaria del BCE, es decir, inspectora mayor de la zona euro, no se le hubiera ocurrido soltar la cínica idea de que convendría investigar a aquellas instituciones públicas -sobre todo ayuntamientos y diputaciones- que retiraron depósitos del Banco Popular. Oiga, ¿y por qué no iban a hacerlo si los reguladores callaban mientras el Popular era víctima de un ataque de cortos sin precedentes y la CNMV no movía un dedo? Naturalmente, la impresentable Nouy hace estas declaraciones porque hay que mantener la verdad oficial de la farsa que ha resultado la venta del Popular al Santander por 1 euro. No fue por solvencia, ahora resulta que fue por liquidez. Mientras, Luis de Guindos dice que el FROB solicitará al mecanismo de liquidación (o sea, de supervisión) que publique su informe sobre el Popular (¿Existe el tal informe o lo habrán redactado anteayer?). Y ahora viene lo mejor: Guindos, echando balones fuera, asegura haberse enterado "como a las tres de la madrugada" que el Popular había sido adjudicado al Santander. Por cierto, confirma que el otro banco que firmó confidencialidad pero no llegó a hacer oferta (la había hecho en noviembre, al igual que el Santander) era el BBVA. Harto curioso, cuando el que sí la hizo ofreció un euro y se lo adjudicaron en un segundo. Yo podía haber ofrecido, por lo menos, cinco euros, cinco veces más. Lo mismo da: la farsa continúa. Y así, Guindos insiste en que al día siguiente las oficinas del Popular no hubieran podido abrir. Cualquiera que conozca el mecanismo de liquidez en la banca moderna se tendrá que agarrar los ijares para evitar que las carcajadas terminen en convulsiones. El BCE, el mismo que acusa de haber intervenido por la falta de liquidez, podría haberle dotado de liquidez. Por cierto, muy bueno lo del Banco de España de hoy: su gobernador asegura que no intervino en la intervención del Popu. Y el resto de reguladores miraron hacia otro lado. Por ejemplo, Guindos asegura que la caída en bolsa fue correlativa a la caída de la liquidez. ¿Y por qué la CNMV no paralizó el valor, víctima de los bajistas depredadores? Total: Guindos respiró en el momento en que supo que había un postor: Ana Botín (en la imagen). Un postor que compró por un euro y que ya asegura un retorno de entre el 12 y el 14%. ¡Pues menuda quiebra! Al final, tanta contradicción sólo se explica por dos voluntades confluyentes: la primera: se quería regalara el Popular, que no estaba tan mal, por un euro al Santander. Dos: el BCE quería probar su eficacia a la hora de liquidar bancos o hacer que alguien los comprara para no liquidarlos. Lo de la liquidez es comulgar con ruedas de molino. Y todo lo anterior no quita que Ángel Ron, en efecto, cometiera un error inmobiliario de fondo y que Emilio Saracho jamás pensara en sanear el banco... que podía haberlo hecho. Y si no quería sanearlo, que se hubiera quitado de en medio. Una farsa con 'f' mayúscula. El señor Guindos se enteró del resultado de la operación a las "3 de la madrugada", cuando la agencia Bloomberg lo había calcado seis horas antes. Ya saben, lo del ogro Shrek: "¡Y voy yo, y me lo creo!". Eulogio López eulogio@hispanidad.com