- Da por perdida Inwit (la filial de Telecom Italia) pero apunta a todos los sitios, incluido Reino Unido.
- Ahora, ha comprado CommsCon. Con esta nueva adquisición en Italia, entra en el terreno de las grandes concentraciones de usuarios en espacios limitados.
- Cellnex busca más otro consejero independiente, a ser posible mujer, que es algo que queda muy bien.
- Lo del buen Gobierno corporativo se está burocratizando demasiado.
- Lo más importante es controlar la retribución de los directivos.
- De la misma forma que, en materia laboral, la clave está en el salario digno.
Junta General de Accionistas de Cellnex (grupo Abertis, grupo Caixa),
celebrada en Barcelona en la mañana del jueves 30 de junio. Buenas cifras, aunque para una empresa neonata las comparaciones son difíciles. Sí sirve que el ebitda de 2015 se elevara a 235 millones de euros, un 32% más, con unos ingresos de 640 (40% más) y todo ello enfrentado,
aquí sí que le podemos enfrentar, con una deuda comparativamente modesta: 927 millones de euros. Es decir, que Cellnex, cosa rara en estos tiempos, está en posición compradora y puede permitírselo.
Ahora, por boca de su Ceo,
Tobías Martínez (
en la imagen), nos anuncia la compra de la italiana
CommsCon especializada en algo curioso, cuando menos: las grandes concentraciones de usuarios en
espacios limitados. Si lo quieren en tonti-inglés, 'small cells':
aeropuertos, estaciones, etc. Porque el mundo es muy grande pero el ser humano, vaya usted a saber por qué, tiende a amontonarse en los mismos y reducidos trozos de terreno.
En cualquier caso, el Ceo Tobías Martínez tiene claro que cuando uno opera torres de telecomunicaciones, cuando transmite señales de telefonía, datos, radio y TV el tamaño sí que cuenta, en el sentido de que lo mejor es ofrecer al cliente toda la cobertura
en todos los lugares del mercado.
Y esto es lo relevante: que
Cellnex está en posición compradora, que, aunque no figure en el Ibex-35 continúa siendo la
vigésimo quinta en capitalización… y que las carreteras de las telecomunicaciones no constituyen un mal negocio.
El presidente,
Francisco Reynés, habla de buen gobierno corporativo. Yo no sé si se está burocratizando demasiado esto del buen gobierno corporativo. En cualquier caso, el presidente de
Cellnex y primer ejecutivo de la matriz, Abertis, Francisco Reynés, habla de la adaptación de la teleco de Abertis a la
ley de sociedades de capital, lo que les ha exigido cambiar los estatutos y el esquema de consejeros.
Al final, la conclusión es un presidente, primer ejecutivo de Abertis, un Ceo, Tobías Martínez, cuatro consejeros dominicales y cuatro independientes Y ahora
, una compañía de cazatalentos (esto de la ética empresarial conlleva muchos gastos) está buscando otro consejero independiente que deberá ser mujer, por aquello de la igualdad de género, que es otro tópico que queda muy bien.
Con el código de buen gobierno ocurre algo similar a lo habitual en el
mercado laboral. Todo el mundo quiere trabajo seguro aunque esté mal pagado, cuando lo cierto es que
lo único que importa es que el trabajador perciba un
salario digno, no un trabajo 'seguro',
porque el trabajo seguro no existe. En la empresa se pretende controlar a los consejeros con todo un conjunto de
normas abstrusas y rígidas, cuando al consejero y al directivo se le controla
el salario ya no hace falta controlarle mucho más. Es más, déjale trabajar.
Así, en Cellnex han impuesto pago en acciones al Ceo, Tobías Martínez. De este modo, se dice, el Ceo estará tan pendiente como el pequeño accionista de que la acción no se deprecie dado que ambos se juegan lo mismo.
Y me parece bien,
pero no es lo mismo los intereses de un socio importante que de otro minoritario. Además, un Ceo puede implementar una gestión que facilite la subida en bolsa (o la bajada). La conclusión primera es que
no existe el sistema ético perfecto, ni el código de buen gobierno es la
purga de Benito que todo lo soluciona.
En cualquier caso, el buen gobierno corporativo consiste en que los directivos
no abusen de su salario, de la misma forma que la justicia laboral consiste, ante todo, en pagar salarios dignos, que permitan sacar adelante a la familia. Ni más ni menos.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com