En Israel, el líder del partido ultranacionalista israelí Yamina, Naftali Benet, ha anunciado este domingo su disposición a apoyar un "Gobierno de cambio" con el bloque opositor que lidera el centrista Yair Lapid, facilitando el camino para la formación de una coalición que acabe con los 12 años de mandato del primer ministro, Benjamín Netanyahu, recoge RTVE.

Después de que Israel fuera a cuatro comicios en dos años, en medio de un largo bloqueo político y sin que el primer ministro Netanyahu lograra formar un Ejecutivo con el bloque de derechas, los únicos escenarios actuales son "unas quintas elecciones" o crear "un Ejecutivo de unidad" que lo evite.

El anuncio del líder ultranacionalista ha levantado las críticas de Netanyahu, quien le ha acusado de "traicionar" a la mayoría de los ciudadanos que votaron a la derecha. Y ha alertado sobre el "peligro de un Ejecutivo izquierdista”m añade RTVE.

Netanyahu ha ofrecido a Benet "entablar un Ejecutivo de derechas", con rotación en la jefatura de Gobierno -en la que también entraría el derechista Guideón Saar-, "en lugar de crear un Gobierno de izquierdas" que sería "un peligro para la seguridad" del Estado.

La decisión de Benet -con siete escaños con su formación Yamina- se produce justo antes de que el miércoles expire el plazo de Lapid para crear Gobierno. El partido de este último, Yesh Atid, fue el segundo más votado (17 diputados) tras el Likud de Netanyahu (30) en los comicios generales del pasado 23 de marzo.

Tras las elecciones, Netanyahu fue quién recibió en primer lugar el encargo de formar coalición, pero tras fracasar y no conseguir una mayoría de 61 escaños en un Parlamento (Knéset) de 120, el presidente israelí, Reuvén Rivlin, trasladó la tarea a Lapid el 5 de mayo. Desde entonces, el centrista busca conseguir respaldos suficientes para entablar un Ejecutivo que desbanque a Netanyahu, explica RTVE.

Lapid encabeza un amplio bloque de partidos de gran diversidad ideológica -desde la izquierda hasta la extrema derecha- cuyo único elemento de unión es su firme oposición al actual primer ministro de Israel. Sin embargo, hasta ahora no alcanzó los 61 escaños necesarios para comunicar al presidente que consiguió acordar una coalición.

El apoyo de Benet supone un impulso que le daría el apoyo de unos 58 escaños -dependiendo también de si todos los diputados de Yamina respaldan un Gobierno con el bloque anti-Netanyahu-, pero Lapid aún necesitaría al menos tres escaños para materializar una mayoría. Estos apoyos podrían conseguirse con el respaldo directo o externo de la Lista Unida (seis diputados) o del islamista Raam, ambos partidos árabes. Este último, con cuatro escaños, es un actor clave que podría decantar la balanza a favor de Lapid y Benet.

De este modo, el nuevo Ejecutivo estaría compuesto además por el ultraderechista Israel Nuestro Hogar, el derechista Nueva Esperanza, los centristas de Azul y Blanco y Yesh Atid (liderado por Lapid) y dos formaciones de centro-izquierda: el Partido Laborista y Meretz, apunta RTVE.