• Pérdidas de 1.332 millones de euros en 2016, pero ya estaban asumidas.
  • El proceso, el mismo que en Pescanova o en Abengoa: gibarización y especialización.
  • Su punto fuerte: ingeniería y construcción, especialmente redes de transmisión eléctrica.
Isolux Corsán ha anunciado este viernes que en 2016 perdió 1.332 millones de euros. La causa de este descalabro -en 2015 las pérdidas fueron de 52 millones- se encuentra en los ajustes y en el saneamiento de los activos de ingeniería y construcción, concesiones y otros negocios, por valor de 2.853 millones. Pero esto no es lo más importante porque estos resultados ya estaban previstos. Lo más destacable es que la compañía, en preconcurso de acreedores desde el mes de marzo, no encuentra socios industriales -labor encomendada a Rothschild- y tendrá que conformarse con la entrada de fondos -el encargado es Alantra-. El proceso es el mismo que en Pescanova o en Abengoa: gibarización y especialización. Y en este caso, el futuro pasa por la ingeniería y la construcción, especialmente por las redes de transmisión eléctrica. Todo lo demás es historia. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com