Pablo Iglesias quiere amnistiar a los etarras. Ahora son socios del Gobierno
Los elogios de Pablo Iglesias a Arnaldo Otegui, en conversación con Antonio García Ferreras -cómo no, en La Sexta de la familia Lara-, cuando se refirió al “recorrido ético” de Bildu, no hacen sino preparar el camino para su proyecto definitivo: una amnistía general a los presos etarras.
Sánchez e Iglesias buscan perpetuarse en el poder mediante la consagración de un frentepopulismo formado por socialistas, comunistas y separatistas. Más que un Gobierno Frankenstein, hablamos de un gobierno aquelarre -y no lo digo sólo por la presencia de Carmen Calvo-, el mismo que hoy manda en España: ¡y muy capaz de promulga la precitada amnistía y la III República federal!
Ojo, un factor relevante: gracias a que el miedo al Covid también vota, Sánchez seguirá aliado con comunistas y separatistas. Me explico: Sánchez y su asesor principal, Iván Redondo, no temen que Podemos o los separatistas vascos y catalanes -tanto en su versión burguesa como en la proletaria, tanto PNV como Bildu-, o los centrífugos de Compromís o Errejón, o los antisistemas de la CUP, les retiren su apoyo, porque lo cierto es que no se lo pueden retirar.
Lo que une a fuerzas tan distantes como el socialismo sanchista y el comunismo podemita con los separatismos vascos y catalán y los antisistemas, es su común cristofobia
Lo que temen es que les retire su apoyo el llamado voto de centro, que es algo parecido a lo que San Agustín se refería cuando hablaba del tiempo: “si me preguntan lo que es, no lo sé, si no me lo preguntan, lo sé”.
En España, las elecciones continúan decidiéndolas un millón de votos que llamamos de centro y que representan, aproximadamente, a un votante moderadamente socialdemócrata y que todavía tiene memoria.
Clase media propietaria, la misma que mantuvo a González en Moncloa durante 13 años. Zapatero destruyó ese voto de centro y propició la mayoría absoluta de Mariano Rajoy y su alumno aventajado, Pedro Sánchez, lo ha mantenido gracias a una cuestión meramente formal: muchos de esos votantes aceptan que un señor con buena planta, siempre encorbatado, sea un insensato majadero guerracivilista. No importa que Sánchez realmente lo sea, sólo que cuesta creerlo.
Dicho de otro modo: ¿una amnistía a Bildu es compatible con el mantenimiento de ese millón de votos de centro que dan la victoria en las elecciones españolas, el voto que mantuvo Felipe González 13 años en Moncloa, un personaje que, en alguna materia -por ejemplo la trascendental materia del aborto- era tan extremista como cualquier otro? La respuesta es sí.
Iván Redondo piensa que Pedro Sánchez puede mantener ese voto de centro y, al mismo tiempo, el apoyo de comunistas separatistas y hasta el de los proasesinos de Bildu… ¡y todo gracias al terror histérico al virus que ha cundido entre los españoles!
Para Iván Redondo, resulta vital que Pablo Casado siga siendo un líder sin épica y látigo de Santiago Abascal. O sea, un líder progre de derechas
Mejor, gracias al miedo al virus. Una vez que has inoculado en la gente el miedo a la muerte por un desconocido virus, una vez que has vendido la esperanza de la vacuna… ¡que tampoco ha terminado con el miedo al virus!
Eso sí, además de lo anterior, para Iván Redondo, resulta vital que Pablo Casado siga siendo un líder ‘sin épica’, intentando acabar con cualquier asomo de extremismo en el PP -no hay nada más radical que la verdad-, intentando fagocitar a Isabel Díaz Ayuso, la única pepera que se ha atrevido a desmontar el fracaso de Pedro Sánchez con la pandemia o el Casado servil con las dos termitas del actual PP: Núñez Feijóo y Juan Manuel Moreno.
Y por todo esto es por lo que Pablo Iglesias, con sus habituales argumentos peregrinos y expresiones vacías, como esa del “recorrido ético de Bildu” prepara una amnistía general de etarras sin tan siquiera necesidad de que tengan que pedir perdón. Sin vencedores ni vencidos, en plano de igualdad, como desean Bildu y el PNV. Es la tesis del cura de Lezama: era una guerra entre Vascongadas y España y los etarras eran gudaris que se defendían de la opresión española. ¿Quién habla de asesinatos con tiro en la nuca? ¿Quién habla de pedir perdón y mostrar arrepentimiento? En España, el único terrorismo que existe es el terrorismo machista.
Esto es el sanchismo.
Por encima de todo, recuerden que lo que une a fuerzas tan distantes como el socialismo sanchista y el comunismo podemita, de suyo centralistas, con los separatismos vascos y catalán, así como lo que une a ambos grupos con los antisistemas ácratas, es su rabiosa cristofobia. Y mientras exista un factor de unidad…
¿Quiere usted decir que todo ese maridaje anti-natura y morganático acaba en anticlericalismo? Acaba y empieza, por supuesto: ¿acaso lo dudaban?