- Y la eléctrica de Galán necesita nuevos mercados.
- El ejercicio lo sigue salvando la venta de Gamesa.
- Lo peor, la pérdida de clientes. Por ejemplo, en Reino Unido.
- Eso sí, se reduce el apalancamiento.
- La mejor virtud de Galán como eléctrico es aceptar el mix de producción y el reparto por países.
- Lo peor, lo que le cuesta invertir, no ya a largo, sino incluso a medio plazo. Y la ganancia rápida no es buena consejera.
La primera
presentación de resultados del
primer semestre del año de una de las grandes energéticas españolas,
Iberdrola, tuvo su víspera la semana pasada, cuando
Morgan Stanley elevó el potencial de la compañía. El banco estadounidense elogió su modelo de negocio para inversores a largo plazo,
por sus apuestas en los negocios de redes, renovables y mix de negocio, además de su presencia prioritaria en mercados en crecimiento como EEUU,
México o Brasil. En base a estos datos revisa al alza sus perspectivas en bolsa con un objetivo entre 7,3 y hasta 8 euros.
La verdad es que parece que el mercado reaccionó a esta revisión y con altibajos y logró llegar ayer a los 7,03€ desde los 6,86€ del día en que se publicó esta recomendación… lo que no ha ocurrido con los resultados.
Una vez hecha la referencia futurológica
volvamos a la economía real, y es que IBERDROLA ha presentado un
resultado de 1.518,4 millones de euros (M€) a finales de este primer semestre, que aunque supone un incremento del 4,2% respecto al pasado 2016, continúan en la línea de lo que ya comentamos en el primer trimestre del año: los resultados de la compañía
se han salvado por los 255M€ de la fusión de Gamesa y Siemens, ya que a pesar del incremento en un 1,1% del margen bruto, el incremento en un 4,4% del gasto operativo ha reducido el EBITDA a 3.751,8M€, que representa un 3,6% menos que en junio de 2016.
El resultado financiero de -413,5M€ ( 14,5%), que, como ya se vio en el primer trimestre,
presentaba los efectos de las actividades de inversión y la menor aportación de los ingresos por derivados ha mejorado en el segundo trimestre gracias a la bajada de los
costes de la deuda, que baja hasta el 3,09%.
El resultado por áreas de negocio se ha visto incrementado respecto al 2016 en un 2,8%,
un 13,6% en renovables y, por el contrario,
Generación y clientes se dejó 149,8M€ en la comparación con el pasado ejercicio.
Y es que
la compañía va a necesitar de forma urgente nuevos mercados y rentables que puedan mejorar de alguna forma
las cifras de negocio, que en lo que llevamos de ejercicio siguen presentando perdidas de clientes, 160.000 menos
en el negocio de electricidad desde junio de 2016. Posiblemente de aquí el anuncio reciente de su intención de entrar en el
mercado italiano con su marca a competir con ENEL o ENI, por cierto
allí donde GNF está iniciando su desinversión. La entrada en Italia supondría una inversión entre 2016 y 2020 de unos 25.000M€.
También en este trimestre la producción neta de energía ha sido inferior en un 4,7% a la del primer semestre de 2016, con descensos debidos a la situación climática del año de un 26% en la hidroeléctrica
y crecimientos en la nuclear y sobre todo en la importación externa que supuso que los aprovisionamientos creciesen en un 2,4%. Por áreas geográficas, destacar el
descenso de la producción neta en el Reino Unido del 23,9%, la de España del 18,8% y el espectacular crecimiento en un 75,4% en Brasil, este último producto de la fusión
Neoenergía que es la franquicia de IBERDROLA en este país conjuntamente con otros dos socios y la local
Elektro.
Para los próximos meses se avistan incertidumbres para la compañía que pueden ser cruciales para mantener recomendaciones como la de
Morgan Stanley y convencer al mercado de la viabilidad de algunos negocios, como el del Reino Unido. Allí, durante los últimos doce meses, ha registrado una pérdida de 60.000 clientes y a pesar de ello y del efecto BREXIT, prevé una inversión adicional de 9.000 M€.
Además, apunten la
renovación de las nucleares de Vandellós y Ascó (para el 2021).
Conclusión: la Bolsa de Madrid ha castigado a Iberdrola con un descenso de la cotización del 1,50… cuando el Ibex 35 estaba plano.
La mejor virtud de
Galán (
en la imagen) como eléctrico es aceptar con el mix de producción y el reparto por países.
Lo peor,
lo que le cuesta invertir, no ya a largo, sino incluso a medio plazo. Y la ganancia rápida no es buena consejera.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com