- La presidenta del Santander y el presidente del BBVA se convierten en los interlocutores del Gobierno.
- En paralelo, las empresas y los líderes empresariales catalanes han perdido protagonismo en los últimos meses.
- El Santander ha sido muy útil en el caso PRISA.
- Y FG necesita desesperadamente el apoyo del Gobierno para mantenerse en el cargo.
Para comprender lo que ha ocurrido y saber de qué estamos halando, baste una anécdota reciente. Durante la última crisis de PRISA de la que
Juan Luis Cebrián volvió a salir airoso, Mariano Rajoy llamó a la presidenta del Santander (uno de los accionistas-acreedores de PRISA) para que 'arreglara' el asunto y Janli pudiera seguir. Ana, por favor, encárgate de esto. Después,
Moncloa llamó al presidente de Telefónica en estos términos: José María, tienes que hacer lo que diga Botín.
Lejos quedan los días en los que la primera llamada del Gobierno era al presidente de Telefónica. Hemos pasado del trío
Emilio Botín, César Alierta, Isidro Fainé, al dúo
Ana Botín,
Francisco González (
en la imagen). Los presidentes de los dos banco españoles más importantes se han convertido en los interlocutores del Gobierno. Alierta ya no está y
Álvarez-Pallete nunca ha tenido el peso que tuvo su antecesor. En realidad, nunca lo ha buscado.
Por el contrario, el Santander -lo hemos contado en Hispanidad- ha sido muy útil en el caso
PRISA, lo que le ha servido a Botín para consolidarse como portavoz del Gobierno. ¿Que hay que promocionar los logros económicos del Ejecutivo?
Allí está Botín hablando con unos y con otros.
FG se ha convertido en el otro 'puntal' a pesar de su pasado más reciente. Recuerden -en Moncloa no lo han olvidado- la oposición de FG a determinadas medidas del ministro de Economía,
Luis de Guindos. Por ejemplo, no apoyó a la
Sareb y no se involucró en el proceso de capitalización de deuda de las empresas como sí hizo el Santander, por ejemplo, en
Abengoa.
Pero FG necesita desesperadamente el apoyo del Ejecutivo para mantenerse en el cargo. Como ya les hemos contado, el BCE le ha dicho 'no' a una tercera prórroga, pero
una llamada de Rajoy a Draghi podría hacer cambiar el estado de la cuestión.
Al mismo tiempo, las empresas y los líderes empresariales catalanes han perdido protagonismo en los últimos meses.
En resumen: la industria (Telefónica, Inditex, Mercadona…) pierde peso en favor de la banca (Santander y BBVA). En cuanto a interlocutor del Gobierno, claro está.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com