- La directiva alemana se cachondea de los procedimientos judiciales por el Popular: "Es un festín para los abogados".
- La tomadura de pelo se consolida: el segundo informe de Deloitte también será secreto.
- La reelección de König tendrá que ser ratificada por el Pleno del Parlamento Europeo la semana que viene.
Si nadie lo remedia, y parece que nadie lo hará, tenemos
Elke König (
en la imagen) para rato. La presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR) ha sido reelegida -tarde del lunes 4- por
cinco años más al frente del organismo encargado de las intervenciones bancarias en Europa. Un cargo más o menos anónimo si no hubiese sido por la intervención del Popular y posterior entrega al
Santander por un euro.
Efectivamente, estamos ante la merienda de negros de la unión bancaria europea (la MNUBE). Y en esa MNUBE König será recordada como la verdugo del banco que presidía Emilio Saracho. Y lo será porque, medio año después,
la operación sigue presentando muchas sombras y muy pocas luces.
Así las cosas, la crisis del Popular acaparó el mayor número de críticas durante la sesión de la Comisión de Economía celebrada en la tarde del lunes, tal y como nos cuenta el corresponsal de
Cinco Días en Bruselas, Bernardo de Miguel.
Unas críticas que König ha despachado a su manera, sobre todo al referirse a las demandas de los afectados: "Como vemos, es un festín para los abogados, que cuestionan a no solo las acciones de la UE y de las autoridades nacionales,
sino también la propia legalidad del marco de resolución de la UE".
Precisamente, una de las cuestiones más polémicas ha sido, y sigue siendo, el famoso
informe de Deloitte que valoró el Popular entre -2.000 y -8.200 millones de euros y que sirvió para justificar su intervención. El informe sigue siendo secreto, medio año después, y lo que se hará público,
probablemente antes de Navidad, será sólo una parte del mismo.
A pesar de las demandas y de la manifiesta falta de transparencia, durante su intervención, König señaló que el segundo informe, también de Deloitte,
en el que se constatará si los accionistas y bonistas han perdido más con la resolución de lo que hubieran perdido con la liquidación, también será secreto. Es decir, sólo saldrá a la luz lo que le interese a König y no a los afectados.
Este es el talante de la directiva alemana que ha utilizado el Popular para realizar pruebas con fuego real. Naturalmente, con el visto bueno del ministro Luis de Guindos.
Recuerden que poco tiempo después, König no puso pegas para que los italianos Banca Veneto y Banca Popolare di Vicenza fueran rescatados.
Lo dicho, tenemos König para rato -obtuvo 31 votos a favor y sólo 9 en contra-
aunque su reelección tendrá que ser ratificada la próxima semana por el Pleno del Parlamento Europeo. No tendrá oposición. Ni siquiera hay candidatos alternativos. Es la MNUBE.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com