- Cuidado con los cálculos. Juntos por el sí ha ganado las elecciones de calle y el 52% es más heterogéneo que el 48%.
- Ahora bien, ni con la mitad más uno de los votos se legitima la independencia.
- Otro punto para Mas: la prensa internacional lo resume así: ha ganado el independentismo.
- Ahora, el problema para un acuerdo entre Madrid y Barcelona son los compañeros de viaje que se ha marcado Artur Mas.
- Los chalados de la CUP insisten en que no votarán a Mas. A lo mejor no les necesita para ser presidente.
- A la postre, nada ha cambiado con estas elecciones.
- La opción independentista ha sido la más votada en todas las capitales de provincia y en todas las comarcas catalanas.
- Hay que esperar a que Mas forme gobierno en Cataluña… si es que consigue formar gobierno.
Jornada postelectoral en titulares de
La Vanguardia y de Expansión. El diario catalán titula "
El sí se impone". El Sí a la independencia, naturalmente. Como
Juntos por el sí más la
CUP tienen mayoría absoluta, pues ya está:
Artur Más ha ganado.
Es falso, claro, porque ni un 50% legitimaría un proceso de independencia. Recordemos los de
Durán Lleida. "
Se necesitan dos tercios para nombrar al defensor del pueblo y con el 50% vamos a proclamar la independencia".
El diario madrileño Expansión, líder de la prensa económica, abre en sentido opuesto: "
Los separatistas pierden en votos". También es falso. Sí que han perdido en votos, claro pero el 48% de los que han votado independencia son heterogéneos: no es lo mismo Convergencia que la CUP.
Pero es que, también, el 52% opuesto es aún más heterogéneo. En ese 52% está el voto en blanco pero también gente que, como
Podemos, admite que no está por la independencia pero sí por el llamado 'derecho de autodeterminación'. Y tampoco es lo mismo un votante de Unión que otro del PP.
En cualquier caso,
Artur Mas (
en la imagen) no ha perdido estas elecciones. Es cierto que sumaban más escaños CIU y ERC en la pasada legislatura que ahora
Juntos por el sí, pero ese voto independentista ha ganado en todas las capitales catalanas y en todas las comarcas. No, el independentismo en Cataluña es una fuerza importante. Quizás no mayoritaria, pero importante, que hay que tener en cuenta… para impedir que consigan esa independencia.
Por contra, otro matiz necesario para interpretar lo que ocurre. Si el voto por correo le ofreceira a Artur Mas el diputado número 63 no necesitaría el apoyo de la CUP. Bastaría con que no votara a favor de los españolistas, que se abstuviera. Porque la suma del resto de partidos no alcanzaría la de CIU-ERC, la de Juntos por el sí.
En definitiva,
hay que pactar entre Madrid y Barcelona. El problema es, según el círculo del ministro
Margallo, quien apuesta claramente por la negociación, no está claro con quién hay que negociar, habida cuenta de que no se sabe si Artur Mas conseguirá la investidura.
Primero por sus socios de la lista pueden traicionarle.
Oriol Junqueras lo intentará y
Romeva, que no representa a nadie, también. Segundo porque los majaderos de la CUP le repudian por burgués fascistoide.
En cualquier caso, el propio Mas se nos ha vuelto independentista, cuando hace apenas dos años lo que quería era pactar un a modo de
convenio fiscal navarro o vasco.
Otra victoria del absurdo independentista -absurdo pero creciente- catalán en la prensa internacional. No matizan, porque están lejos, así que hablan de triunfo del independentismo. Sin más.
Es decir, la única salida es la
Tercera Vía: un acuerdo dinerario no identitario, entre el nuevo gobierno catalán y el Gobierno Rajoy. Y sí, el acuerdo habría que someterlo a referéndum.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com